Eduardo Gutiérrez Arias
A los neivanos no debería extrañarnos que en el último informe del DANE sobre la situación del desempleo en las 13 ciudades más importantes de Colombia, con corte al mes de abril del 2020, Neiva figure como la más afectada por este fenómeno con el 25.8% de población desempleada, en momentos en que el promedio nacional se ubica en el 23.5%, 2.3% por debajo del de la capital opita, llevándonos así el deshonroso título de campeones del desempleo en el país. La ciudad venía “rajándose” en esta materia desde el año 2018, cuando ocupó el puesto 10º entre las urbes con mayor desocupación. En 2019, con un desempleo del 13% descendió al puesto 8º, en momentos en que este indicador se ubicó en el 10.5% a nivel nacional. Es explicable entonces que ahora con el tremendo impacto generado por la pandemia del coronavirus pasemos a ser los campeones del desempleo en la nación.
Diversos estudios económicos han venido mostrando la gran fragilidad de la economía neivana y huilense. Su sector industrial es demasiado pequeño. La mitad de la población vive de la economía informal (el rebusque). Su nivel educativo está por debajo del de las regiones más prósperas. El importante sector agropecuario carece de una agroindustria que le genere valor agregado a la producción primaria. La producción petrolera que a mediados de los años 80 del siglo pasado llegó a representar el 22% de la producción nacional y le significaron importantes ingresos por regalías, se ha reducido radicalmente en la actualidad y el nuevo sistema de participación aprobado en el acto legislativo 05 de 2019, terminó despojando a las regiones productoras de este importante ingreso. Es verdad también que las regalías petroleras contribuyeron en el Huila al fenómeno de la corrupción administrativa causándole un gran daño a su desarrollo.
Ni el alcalde Gorky Muñoz, ni el gobernador Luis Enrique Dussán, son responsables del inmenso desempleo que hoy tenemos como tampoco lo son de la aparición del Covid 19. Pero así como hoy deben responder porque nuestro sistema de salud atienda adecuadamente la pandemia, también llevan la responsabilidad para que el municipio y el departamento tracen las mejores estrategias para la recuperación de tanto puesto de trabajo perdido. El avance del sector agropecuario en materia de competitividad, equidad y justicia distributiva, la generación de una agroindustria que le dé sostenibilidad, enormes y arriesgados esfuerzos en materia de inversión pública en el sector de servicios e infraestructura y medio ambiente, hacer de Neiva la verdadera capital del rio Magdalena y uno de los mejores destinos turísticos del país. Los huilenses estamos prestos a apoyarlos en estos empeños.