La Nación
Caos y liderazgo femenino 1 20 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Caos y liderazgo femenino

 

Fermín Beltrán Barragán

En la mitología griega Caos fue el primero de todos los dioses, ese resquicio entre el cielo y la tierra que existía antes de todos los otros dioses y de todas las fuerzas elementales del cosmos. Ahora, esta palabra ha derivado nuevos significados, uno de ellos lo trae la Real Academia de la Lengua Española “Confusión, desorden”.

Este pedacito de tiempo que los hombres, que todo lo quieren medir, han denominado año 2020 está a punto de acabar…ha sido un fragmento caótico y confuso. En nuestra cultura universal damos especial importancia a los cambios de año, queremos olvidar y empezar de cero, como si eso fuera posible simplemente porque alguien quiso medir lo que, en esencia, es inconmensurable.

Entonces podemos gritar “que año tan malo”, quemar el año viejo y gritar “venturoso año nuevo”, pero resulta que el fin de año es como cuando el torturado Sísifo alcanza la cumbre y lanza la piedra falda abajo, grita de júbilo, pero sabe que tiene que volverla a recoger y subirla a la montaña de nuevo, pero cada vez se acostumbra un poco más al suplicio y hasta empieza a sentirle gusto al castigo.

El Caos siempre ha estado presente, la confusión es parte de nuestra esencia, pensar un orden perfecto en donde todo esté en armónico equilibrio, sencillamente no es posible. Lo anhelamos, pero sin pedir permiso, llegan los cometas de los sucesos inesperados, surge el caos y luego las estrellas y luego otra vez al caos, es como la noche y el día, se trastabilla en la oscuridad, pero se alcanza la puerta al salir el sol, se abre y luego se vuelve a cerrar. Así somos, caos, estrellas y de nuevo caos.

Por Fortuna, otra diosa que, en su significado prístino, podía ser buena o mala, somos seres muy versátiles, nos podemos adaptar a la lluvia, al sol, al frío, al calor, a la abundancia o a la escasez, pero claro hay límites y si se sobrepasan perecemos. En este pedacito de tiempo 2020 hemos tenido que fortalecer nuestra capacidad de adaptarnos y hemos logrado atender el desafío…la especie humana ha permanecido.

Sin embargo, ha sido la mujer, el ser que en todo este caos de la pandemia ha tenido mayor resiliencia y adaptación, ha afianzado su capacidad de hacer varias cosas al mismo tiempo y de resistir inmensas dificultades.  Se hizo educadora mientras aprendía a educar a su familia, adoptó metodologías ágiles para realizar su trabajo desde casa y se afianzó como la gran cuidadora universal para la prevención y para la sanación.

Si bien, el 2020 es un año de la ciencia, también es un año femenino por todo lo que la mujer hizo, especialmente desde lo fundamental: la protección de la familia. Una buena lectura de esta realidad debería conducir al afianzamiento del liderazgo de la mujer en todos los aspectos, especialmente en la recuperación de los valores y ese afianzamiento empieza, por el respeto categórico de sus derechos, la eliminación frontal de todo tipo de violencia contra ella y el reconocimiento de su quehacer en todas las páginas de la historia humana.