El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, anunció este domingo que enfrentará a Nicolás Maduro, sucesor designado por el presidente Hugo Chávez, en las elecciones del 14 de abril, a la vez que cargó contra el gobierno por “mentir” sobre la muerte del mandatario. CARACAS, AFP El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, anunció este domingo que enfrentará a Nicolás Maduro, sucesor designado por el presidente Hugo Chávez, en las elecciones del 14 de abril, a la vez que cargó contra el gobierno por “mentir” sobre la muerte del mandatario. “Yo voy a luchar, con ustedes, con todos ustedes. Nicolás, yo no te voy a dejar el camino libre, compañero, vas a tener que derrotarme con votos”, afirmó en rueda de prensa Capriles, añadiendo que el lunes en la tarde formalizará su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral. Este abogado de 40 años, reelecto en diciembre gobernador de Miranda (norte), concurrirá por segunda vez en las presidenciales tras perder en octubre contra Chávez por 44% frente a 55% de los votos. La alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) le propuso el viernes la candidatura, tras la convocatoria de elecciones que se impuso con la muerte de Chávez el pasado martes. Ahora, Capriles, que inscribirá formalmente su candidatura este lunes, deberá repetir la faena pero en tiempo récord: la campaña será de diez días, entre el 2 y el 11 de abril. El modelo brasileño Capriles se presenta como el “candidato del progreso”, asegura sentirse “cómodo” cuando se le ubica en el centro-izquierda y cree que la prioridad del Estado deben ser las políticas sociales. Ante un modelo en el que, dice, “el Estado controla todo”, aboga por “combinar el Estado con el esfuerzo privado y darle la oportunidad al que está en la pobreza de tener empleo”, inspirado en el modelo de la izquierda brasileña. También propone acabar con algunas prerrogativas que promovió Chávez, como la reelección indefinida, y leyes como la que permite las expropiaciones de tierras. Desde las filas oficialistas lo identifican con el desgastado sistema de partidos contra los que Chávez arrasó al ganar la elección de 1998, pero Capriles asevera que tiene dos adversarios: “Los que hoy están en el gobierno y los que saben que conmigo no vamos a regresar a lo de antes, a los vicios”. Como Chávez, Maduro lo llama “majunche”, un término que significa “poca cosa”, y recientemente el presidente encargado lo tildó de “príncipe decadente de la burguesía parasitaria”, acusándolo de conspirar contra el gobierno desde el extranjero. Pero Capriles suele evitar responder a los ataques y ha contrapuesto un mensaje de inclusión al discurso beligerante de los dirigentes oficialistas. Hijo de una familia pudiente y nieto por línea materna de judíos polacos sobrevivientes del Holocausto –aunque se define como católico creyente–, Capriles es un abogado con especialización en derecho económico. Empezó su carrera política muy temprano cuando con 26 años fue electo diputado y presidente de la desaparecida Cámara de Diputados, de la mano de uno de los partidos tradicionales, el Copei (demócrata-cristiano, derecha). En 2000 ganó la alcaldía del municipio caraqueño de Baruta apoyado por el recién creado partido socialcristiano Primero Justicia, al que sigue perteneciendo. En 2004 fue reelegido alcalde, tras pasar cuatro meses preso acusado de no actuar ante un ataque sufrido por la embajada de Cuba durante el golpe de Estado que despojó brevemente del poder a Chávez en abril de 2002, cargos de los que finalmente fue absuelto. En 2008 ganó la gobernación de Miranda (norte) frente a Cabello, una de las figuras más fuertes del bando oficialista. Como gobernador, se le reconoce especialmente el trabajo en educación, con la recuperación de colegios y planes para aumentar la matrícula escolar, así como otros programas para reparar viviendas humildes y promover la salud gratuita. Soltero y sin hijos, Capriles era definido por una colaboradora cercana como un hombre “sencillo” e “incansable” cuyas principales motivaciones son el trabajo y el deporte. En su mensaje, Capriles cargó duramente contra el gobierno por el manejo de la enfermedad de Chávez. “Aquí le han venido mintiendo a los venezolanos, todo esto estaba fríamente calculado, cuándo iban a hacer las elecciones, el cronograma electoral”, “¿quién sabe cuándo murió el presidente Chávez”, dijo. Capriles dijo que pese a que muchas personas de su entorno le advirtieron de que se le “está llevando a un matadero”, se niega a abandonar la lucha. “Voy a pelear por este país cueste lo que me cueste porque esta patria la llevo en el corazón”, señaló. Muchos analistas sostienen que las próximas elecciones serán un hueso duro de roer para la oposición, debido a la emotividad que envuelve en estos momentos el chavismo con la muerte de su líder, que gobernó el país durante 14 años.