Un establecimiento comercial de arreglos florales en Bogotá, era la fachada que utilizaba Carlos Alberto Zuluaga Arroyave, para el taller artesanal en el que ensamblaba y preparaba fusiles, ametralladoras y lanzagranadas, entre otros elementos.
Lo que parecía un establecimiento comercial de arreglos florales, resultó ser el taller que utilizaba el “Gurú” de las armas, como se le conoce a Carlos Alberto Zuluaga Arroyave, para ensamblarlas y comercializarlas entre los grupos armados ilegales del país.
Así lo constataron las autoridades, que luego de irrumpir en el lugar, capturaron al hombre junto a su esposa, Rosa Helena Maya Ramírez, en el barrio Normandía, al occidente de Bogotá.
Al parecer Zuluaga, quien habría completado casi 15 años de esta actividad ilegal, conseguía fusiles, ametralladoras, lanzagranadas, entre otros elementos, tanto en el mercado clandestino como en sedes militares ubicadas en Cundinamarca, Tolima y Meta.
Posteriormente, las ensamblaba y vendía a las paramilitares estructuras del Clan del Golfo en Antioquia y Córdoba; así como a las disidencias de las Farc en Meta, Caquetá y Cauca y al Eln en el suroccidente del país. Esto de acuerdo con el material probatorio de la Fiscalía General.
“Llamó la atención en la investigación que Zuluaga Arroyave, presuntamente, vendía de manera paralela armas a los grupos disidentes y al ELN en Cauca, para que se enfrentaran entre sí por la disputa de las rutas del narcotráfico”, resaltó el ente investigador sobre los alcances que tenía el “Gurú” entre los grupos armados ilegales del país.
Sin embargo, no era la primera vez que se allanaba a Zuluaga. En julio de 2020 fue objeto de dos de estas diligencias en Bogotá: la primera, en un local comercial de un San Andresito del centro de la capital, donde le incautaron cuatro fusiles, tres lanzagranadas, 700 partes de ametralladoras, munición y $34’000.000 en efectivo; en la otra, realizada en el barrio Toberín, también le encontraron fusiles y $28’200.000.
A la pareja, que deberá cumplir medida de aseguramiento en una cárcel, se le imputaron los delitos de concierto para delinquir; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; y enriquecimiento ilícito de particulares.