La Nación
Carrasquilla sin idea, Duque no sabe… 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Carrasquilla sin idea, Duque no sabe…

Alexander Molina Guzmán

Uribe se lava las manos y el pueblo les responde. El ministro Carrasquilla no tiene ni idea de los precios de los productos a los que van a meterle más impuesto, el presidente Duque no sabe por qué quedaron con impuesto unos servicios y el jefe de ellos, Álvaro Uribe Vélez, se lava las manos, pues dizque les dijo que no presentarán esa reforma así. ¿Es un chiste? ¿Parece esto la versión de tontos y más tontos, la de mentiroso, mentiroso, o la de los tres chiflados? Lo cierto del caso es que estamos en manos de lo “mejor del uribismo” y ya sabemos de qué son capaces. ¿Se imaginan si caemos en manos de lo peorcito?

Un ministro de hacienda que es responsable de la reforma tributaria, pero no tiene ni idea del precio de los productos que va a gravar debería renunciar. Un presidente de la república que no sabe por qué quedó IVA en servicios que se van a gravar y que no le parece “bondadoso” gravar las gaseosas, pero sí imponerle más impuesto a productos y servicios básicos como el arroz y el agua, debería también renunciar por ignorante y por traicionar la confianza de los colombianos. Y el “presidente eterno” debería renunciar a la política, dejar en paz hasta la misma paz que se merecen los colombianos e irse a buscar la tranquilidad para su conciencia, si es que lo logra, y despejar el camino para que los colombianos elijan mejores gobiernos que el suyo; que sean progresistas, con un capitalismo progresivo, para que la riqueza no siga concentrada en poquitas manos, como lo plantea el nobel de economía Joseph Stiglitz en su libro “Capitalismo progresista. La respuesta a la era del malestar”. Los invito al menos a que lean en este enlace una entrevista que le hicieron el año pasado a este economista: https://www.elespectador.com/las-diez-claves-del-capitalismo-progresista-de-stiglitz-articulo-906994/.

A millones de colombianos los acostumbraron al asistencialismo para comprar su conciencia y callar sus voces de inconformismo. El asistencialismo es una forma de amarrarlos y meterles miedo en cada elección con la amenaza que les van a quitar tal ayuda sin no votan por el candidato que imponga el establecimiento. Bueno, ya es hora de romper esas cadenas, elegir gobiernos realmente democráticos, progresistas, que logren mejorar calidad de vida en salud, educación, servicios públicos…

La indignación de millones de colombianos va bien enrutada: respondieron de manera impresionante con las masivas marchas del pasado miércoles ante esa calamitosa reforma tributaria, y va camino a elegir un gobierno con mejores ideas, sabiendo lo que hace y sin lavarse las manos.