La Nación
Carta a Jenny Hasleidy 1 23 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Carta a Jenny Hasleidy

No sé dónde está, pero lo más probable es que esté viva. Si lo está, no alcanza a imaginar el dolor de Cielo Médina, su madre, una mujer que no duerme, que llora a diario, que contesta con rapidez su teléfono celular por si alguien le entrega noticias suyas, Jenny Hasleidy Saavedra. Ella no tiene idea las razones que la llevaron a usted a marcharse de su casa. De paso, llevarse a Esteban, Daniel y Santiago, sus tres hijos menores de edad. Ella tiene fe y estima que usted está viva, aunque a algunos familiares les cuesta creer que su cabeza esté en orden. Hablan de problemas psicológicos, crisis de ansiedad y otras tantas dolencias. Si su mente está cuerda, reaccione y corte el sufrimiento de su familia y sus seres queridos. Si en realidad padece algún trastorno, quien lea esta carta o la reconozca, según las fotos que han rotado los medios de comunicación, avise. No es normal que una enfermera como usted, con trabajo, con una familia aparentemente normal y tres hijos admirables, abandone su casa en Rivera, Huila, y se la trague la tierra. No es justo que no se sepa una señal de vida, mientras la justicia esté casi resignada a no seguir llevando el proceso. Usted no puede convertirse en una cifra más de desaparecidos en el país.

La Fiscalía empezó a investigar con fuerza, pero sus investigadores se cansaron del tema porque usted salió por su propia cuenta de la casa y nadie la secuestró. Sin embargo, se desconoce si la engañaron, si le hicieron una falsa promesa o qué la llevó, realmente, a correr con sus hijos sin mirar atrás. ¿Le conquistó un amor por redes sociales y le generó falsas expectativas? ¿Le ofrecieron un trabajo apetitoso? ¿Algún tema familiar la motivó a huir de su casa? Si es así, respetable, pero al menos, de una señal de vida. No es justo que a su madre, una mujer con pocos recursos económicos, le estén pidiendo que contrate a un investigador privado para que rastree sus pasos porque las autoridades estiman que usted se fue por decisión propia. ¿Y dónde la van a buscar? ¿En Ibagué, hasta donde dicen que llegó por primera vez? ¿O Palmira, Valle, donde algunos testigos manifiestan que la vieron? Si se marchó tan lejos, ¿por qué no se llevó su ropa y la de sus hijos? ¿Le garantizaron una mejor vida? Si usted está viva y lee esta carta, le notifico que está enterrando a su madre en vida. Si su destino fue otro, que Dios la perdone porque nunca debió salir de su casa sin avisar. O, al menos, debió irse sola y evitar que sus hijos corrieran su misma suerte.

(Si alguien la ve o tiene noticias reportar al 3176373689)

Nota uno: De chiste la siguiente historia. El gobernador Luis Enrique Dussán nombró a Alba Lucía Medina como su jefe de contratación tan pronto empezó el gobierno, pero meses después la sacó sorpresivamente. La reemplazó por Alex Paolo García, pero el abogado tampoco le sirvió- demasiado lento-  y volvió a llamar a la abogada Medina el último año de su administración. ¿Así será todo en la gobernación del Huila? Por cierto, es inaguantable Milena Oliveros en la Secretaría de Educación. No saben cómo sacarla a empujones.