De nada han servido las múltiples denuncias de la comunidad de San Miguel Arcángel de Neiva sobre el deterioro del Centro de Integración Ciudadana que pasó a manos del hampa y la droga. ¿Qué harán las autoridades para dar una solución inmediata a esta problemática que parece no tener fin?
Carolina Argüello Cruz
Lo que se pensó como un escenario para que las comunidades expusieran el arte y la cultura y, además, practicaran diferentes modalidades deportivas, quedó como un sueño que se esfumó para los habitantes del barrio San Miguel Arcángel de la comuna 10 de Neiva que con gran emoción recibieron en 2016 el Centro de Integración Ciudadana.
Con una inversión de 735 millones de pesos, el escenario fue inaugurado con electricidad, fibra óptica para conectividad, tres oficinas, puertas, sanitarios y lavamanos que con el paso del tiempo fueron desapareciendo. Hoy el panorama demuestra un lugar lleno de miedo, zozobra y abandono.
Un equipo periodístico de LA NACIÓN ingresó a los camerinos y encontró personas durmiendo y por lo que manifestó la comunidad, allí habitan desde hace algún tiempo, pues constantemente escuchan ladrar a un perro. Mientras unos duermen, otros consumen droga y otros llegan a comprarla. La situación no podría ser peor.
“Este lugar da tristeza. La indigencia y la delincuencia son los dueños del centro de integración porque a los que lo frecuentan no les importa nadie y comienzan a fumar marihuana delante de quien sea”, comentó un habitante del barrio que prefirió ocultar su nombre.
El ciudadano afirmó que los mismos delincuentes fueron los que se robaron una a una las piezas de los baños, los cables y hasta las luminarias. Si de día es temeroso, en las noches nadie se atreve a caminar alrededor, menos a darle uso al parque biosaludable y quienes habitan cerca, ni se asoman a la calle.
Seis meses después de que la comunidad extendiera la misma solicitud de atención gubernamental, ahora la hacen con más fuerza para que se ejerza un control inmediato con acciones contundentes para recuperar el escenario.

Precarias condiciones
El fin de semana pasado, por invitación de los líderes de la comuna 10, el representante a la Cámara, Jaime Felipe Lozada Polanco, visitó el lugar y de acuerdo con lo que narró, se encontró con consumidores de alucinógenos en los baños y camerinos.
“Estaban tres o cuatro personas que cuando nos vieron salieron de allí y pudimos ver que el Centro de Integración Ciudadana está en pésimas condiciones. Han pintado las paredes, evidenciamos que allí duermen porque vimos los cambuches de varios indigentes”.
El congresista con gran preocupación expresó que la comunidad le advirtió que este sitio lo frecuentan incluso, hasta jíbaros. “Esto es muy delicado y la Policía debe hacer presencia en el lugar”.
Lozada Polanco narró que ese mismo día entabló diálogo tanto con el alcalde Gorky Muñoz como con el secretario de Gobierno, Faiver Hoyos, quienes le manifestaron su compromiso por sacar adelante la recuperación del escenario.
“El Secretario de Gobierno se comprometió a que en los próximos 15 días habrá vigilancia en el lugar y que ya la Alcaldía tiene un presupuesto que ronda los 55 millones de pesos para la rehabilitación”.
Pese a las gestiones que puedan realizar las autoridades, el representante Lozada hizo un llamado a la comunidad para que se apropie de estos espacios de gran envergadura, que le pertenecen y que son para su utilización y aprovechamiento.
“La comunidad las debe cuidar y hacer una vigilancia permanente y constante de estarle avisando a las autoridades cuándo delincuentes o jíbaros empiecen a desmantelar estas obras”.
Aunque parezca una responsabilidad sencilla, para los habitantes de este sector del oriente de la ciudad, no lo es. Muchos aseguran que la Policía, en algunas, oportunidades actúa como cómplice y por lo tanto, prefieren callar.
“Ellos vienen y se percatan de la presencia de habitantes de calle, de delincuentes o consumidores y no hacen nada. Ahora, si los agarran, los mismos policías les dicen quién fue el que los llamó y ahí se gana uno un problema”.
Una solución
El secretario de Gobierno de Neiva, Faiver Hoyos Hernández, detalló que la ciudad cuenta con tres Centros de Integración Ciudadana, ubicados en los barrios Villa Regina, El Cocli y San Miguel Arcángel, siendo este último, el único que se encuentra en malas condiciones.
“En estos otros dos sitios ha habido un mayor compromiso de la comunidad. A veces suele pasar que la responsabilidad se la dejan únicamente al presidente de Junta y acá hay una responsabilidad de todo el barrio”.
Hoyos Hernández refirió que esta es la segunda vez que se hará una rehabilitación en este lugar por la misma razón. El año pasado, en plena pandemia, comenzaron a desvalijarlo, nuevamente, por lo que un ingeniero de infraestructura mediante una inspección relacionó el avalúo de los daños provocados.
Según el Secretario de Gobierno, la Administración Municipal buscará, con argumentación jurídica, la reparación de todos estos elementos, entre ellos, baños, cables de energía, lámpara y demás.
“Estamos dentro de los términos legales para poder cumplir, entendiendo que ya se hizo una reparación en el Gobierno anterior. La buena noticia es que esta semana está el proceso de vigilancia. El alcalde Gorky Muñoz con apoyo de la secretaria General, Lorena Oviedo, ha determinado que para cada uno de los CIC haya un vigilante que va a estar de 10 de la noche a 6 de la mañana”.
Señaló que se está a la espera que se concluya el proceso de definir cuál es la empresa de vigilancia que operará, por lo que en dos semanas ya estará definido.
Entre tanto, será la misma comunidad la que en el día prestará la custodia de los Centros de Integración para garantizar su debido funcionamiento y utilización.
También puede leer: Centro de Integración Ciudadana en manos de la delincuencia