El fallecido presidente Venezolano Hugo Chávez, no sólo permitió la liberación de varios secuestrados, entre ellos cuatro huilenses, sino que abrió las puertas para un acuerdo de paz que se gesta en Cuba. El fallecido presidente Venezolano Hugo Chávez, no sólo permitió la liberación de varios secuestrados, entre ellos cuatro huilenses, sino que abrió las puertas para un acuerdo de paz que se gesta en Cuba. Ricardo Areiza LA NACIÓN, Neiva Cuatro meses después de interferidas gestiones del presidente Hugo Chávez, la congresista huilense Consuelo González de Perdomo y Clara Rojas, regresaron sanas y salvas tras permanecer seis años en poder de las Farc. Las dos volvieron a sonreír el 10 de enero de 2008 cuando helicópteros venezolanos aterrizaron en algún lugar del Guaviare y las sacaron del infierno. Las dos fueron recibidas por la senadora Piedad Córdoba, quien presidía la misión humanitaria. “Presidente Chávez mil gracias por toda su gestión humanitaria, no puede bajar la guardia presidente”, le dijo la congresista laboyana. Horas después las recibía el presidente Chávez en el Palacio de Miraflores donde también la esperaba sus hijas, su yerno y su pequeña nieta.
Consuelo
Las sonrisas de las dos liberadas sellaron el final de una pesadilla y abrieron las puertas para que los demás secuestrados regresaran a la libertad. Un mes después, el 27 de febrero de 2008, Gloria Polanco, Orlando Beltrán, Jorge Eduardo Géchem y Luis Eladio Pérez, regresaban también a la libertad por gestión directa del presidente Chávez. “Estaba muerta en vida, pero hoy estoy dichosa, radiante. Presidente Chávez, aquí tiene a una colombiana que estaba desesperanzada”, repetía Gloria Polanco mientras apretaba un manojo de flores silvestres para su difunto esposo. Los cuatro liberados fueron recibidos en una reunión privada en el Palacio de Miraflores, por el presidente de Venezuela Hugo Chávez a quienes les agradecieron la gestión humanitaria. Allí estaban también sus familiares, trasladados con todos los gastos pagos hasta Caracas. El primero en hablar fue Orlando Beltrán, quien destacó el papel del al presidente Chávez al no haberlos desamparado. Luego Luis Eladio Pérez. Géchem también se le aproximó y le estrechó la mano. El dirigente liberal, era el primer convencido que la mediación de Piedad Córdoba fue definitiva para su liberación. Por eso sacó fuerzas para reiterarle al presidente venezolano su compromiso con el acuerdo humanitario. “Usted, presidente Chávez, tiene ese compromiso. Ayúdenos para que podamos rescatar a los demás secuestrados”, le dijo. Después compartieron por primera vez en muchos años, una cena colectiva en el piso 18 del hotel Melía donde fueron alojados con todos sus familiares. Cinco años después, los dirigentes huilenses, evocaron la gestión del fallecido mandatario venezolano. “La muerte nos conmueve tanto como a los venezolanos. América Latina pierde a un gran líder, pero ante todo a un ser humano excepcional”, expresó la representante a la Cámara Consuelo González mientras asistía al sepelio de su progenitora. “Para el presidente Chávez, conservo una inmensa deuda de gratitud porque nos devolvió la vida, porque nos cambió la vida”, expresó. “Lamentamos su partida, tanto como lo siente su pueblo. El presidente Chávez nos sacó del infierno, sin su mediación jamás habríamos regresado”, aseguró Orlando Beltrán. “Me impresionó su dimensión humana, su calidez, su liderazgo, el amor por su pueblo y su convicción”, recordó Beltrán a quien además, le facilitó su recuperación y lo acompañó durante una cirugía a la que fue sometido en Cuba. “Lo que más me impresionó fue su amor por los niños. Fue muy expresivo con los niños, los tomaba en brazos y jugaba con ellos, como un símbolo del futuro”, recordó la ex diputada Lucy Artunduaga. Si su gestión, Jorge Eduardo, quien era mi esposo, no habría regresado”, dijo. “Cuando se confirmó su fallecimiento, elevé una oración porque permitió junto con Piedad Córdoba, que pudiera reencontrarme con mis hijos”, afirmó Gloria Polanco. “Cuando lo abracé por haber facilitado nuestra liberación, el presidente Chávez, me respondió: ‘No es a mí a quien debe agradecerle, es a Dios y a la Virgen, porque ellos son los que nos iluminan y guían nuestro destino’”, recordó la señora Polanco. En una cosa coincidieron: Chávez con su gestión humanitaria, les marcó un camino y les devolvió la vida. Pero además, abrió las puertas para un acuerdo de paz, que se gesta en Cuba y al que no pudo, por desgracia, asistir a su segura refrendación. 
Orlando Beltrán, Luis Eladio Pérez, Gloria Polanco en el Palacio de Miraflores. 
Hugo Chávez y Jorge Eduardo Géchem.
