Uno a uno los jugadores de Chile abandonaron en sus vehículos el complejo ‘Juan Pinto Durán’, el búnker ‘Rojo’ en el sector oriente de Santiago, donde algunos hinchas lograron un saludo de parte de sus ídolos.
Los jugadores retornaron en la noche y observaron en conjunto la semifinal entre Argentina y Paraguay que se disputó en la ciudad de Concepción.
Sampaoli había anunciado que no daría más libres a sus jugadores tras el escándalo protagonizado por el volante Arturo Vidal en el que chocó ebrio su lujoso deportivo resultando su esposa y el conductor del otro vehículo con heridas leves, cuando se jugaba aún la fase de grupos del torneo continental.
Sin embargo, luego del partido de cuartos de Final ante Uruguay, Sampaoli dio libre a los jugadores quienes se comprometieron a no verse involucrados en ningún tipo de incidente, según indicaron medios de prensa locales.
Chile volvió a las prácticas la mañana del martes en medio de risas y juegos de sus seleccionados, tras el triunfo sobre Perú, y bajo un intenso frío sobre la capital chilena.
Muy distendidos los jugadores chilenos entraron a una de las canchas del búnker ‘Rojo’ donde el buen humor primó entre los jugadores que alcanzaron una final de Copa América después de 28 años.
La práctica fue de ejercicios regenerativos para los jugadores que estuvieron en el duelo ante los ‘incaícos’, mientras quienes fueron suplentes hicieron un entrenamiento normal.