La Nación
Cobardía 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Cobardía

Cristina Plazas

La encuestadora Invamer reveló esta semana una nueva medición sobre la actualidad colombiana en la que se evidencia que el 77% de los encuestados consideran que las cosas en el país están empeorando. Las cifras demuestran que los colombianos cada día están más escépticos frente a sus gobernantes y con mayor desconfianza en las instituciones. Para los ciudadanos, la corrupción es el principal problema del país.

La cifra más impactante es la opinión que tienen los encuestados sobre los partidos políticos. El 89% tiene una imagen desfavorable frente a un 5% de favorabilidad. Este resultado no sorprende puesto que estos se han convertido en organizaciones clientelistas cuyo objetivo principal es favorecer los intereses particulares de sus miembros, salvo algunas excepciones. El clientelismo político hasta ahora ha sido la esencia del poder público en Colombia convirtiendo al congreso en un apéndice del gobierno de turno, evitando que los congresistas ejerzan su labor fiscalizadora. Hoy los partidos tienen el mismo grado de favorabilidad que las FARC y el ELN.

Es por esto que la mayoría de los candidatos a la presidencia están recogiendo firmas para no cargar el lastre de los partidos. Pero no nos digamos mentiras, los ciudadanos cada vez están más informados y saben perfectamente quién es quién, así nieguen su pasado. Todos proponen un cambio, critican a los que han gobernado y se muestran como los salvadores, cuando todos han sido parte del poder político. Los que están en la contienda han sido ministros, gobernadores, alcaldes, senadores y representantes; muchos de ellos han sido arrastrados por el mismo sistema.

La solución no es esconder su estirpe política. De nada sirve llegar al gobierno con las mejores intenciones si al cabo de unos meses se ven secuestrados por el congreso y por los contratistas. La transformación se dará cuando los que tienen la ilusión de hacer las cosas bien, se apoderen de los partidos y expulsen a todos los corruptos que durante décadas se han robado nuestros impuestos. Las instituciones mejorarán cuando los puestos sean ocupados por profesionales idóneos sin tacha alguna; y cuando se tenga la voluntad política para reformar la carrera administrativa para que los funcionarios sean evaluados de manera objetiva y salgan aquellos parásitos que se resisten al cambio de las instituciones por su confort, pereza y desidia.

Dejar de lado los partidos es un acto de cobardía de los candidatos. Esos movimientos por firmas terminan siendo una farsa porque al final los partidos tradicionales se adhieren y desaparece la independencia que tanto pregonan en campaña. Eso lo hemos visto una y otra vez. Lo que queremos ver los votantes son personas determinadas que no solo prometan en campaña, sino que tomen medidas de inmediato. De no hacerlo, todo lo que prometan se quedará en letra muerta y en una nueva desilusión para los votantes.