El exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, habla con LA NACIÓN y lanza sus más fuertes críticas al presidente Gustavo Petro. Le endilga al mandatario los principales problemas que enfrenta el país por su “incapacidad de liderar y construir”. “La ‘Paz total’ ha terminado en un desorden total”, advierte.
Jesús Antonio Rojas Serrano
Ad portas de definir si será o no candidato presidencial para las elecciones de 2026, el exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, presenta en esta entrevista con LA NACIÓN su visión sobre el país en temas como seguridad y economía en el arranque de este nuevo año. Y lanza una advertencia: “La polarización va a crecer”.
¿Cuál es su visión de lo que pasará este año en el país?
Jesús Antonio, gracias por este espacio en LA NACIÓN de Neiva. Veo un año 2025 muy complicado en términos políticos. La polarización va a crecer. El mundo asociado con el presidente Petro tiene una estrategia clara: todo lo que ocurre es por culpa del presidente Duque y las élites poderosas de Colombia no lo dejan hacer las cosas. Es lo que hemos venido viendo en el marco de un gobierno, que para mí, ha sido un mal gobierno por un desorden, un caos muy grande y una incapacidad de pasar de las promesas y convertirlas en realidad para la gente. Tendremos, entonces, un marco político en donde aumentará la polarización y en el que no habrá realizaciones sino confrontaciones. Y yo creo que Colombia tiene que superar estas circunstancias y el nuevo Gobierno en 2026 debe ser capaz de convocar realmente a un mundo de la derecha, centro derecha e izquierda con el propósito de construir porque Colombia tiene una gran cantidad de necesidades. El camino político que estamos siguiendo en este momento perpetúa las desigualdades, la violencia, la inseguridad y la corrupción. Colombia se merece otra cosa; hay que sanar muchas heridas, hay que crear elementos de convivencia ciudadana y de respeto; hay que recuperar la alegría en nuestro país porque estamos viendo una Colombia amarga, resentida y adolorida.
¿Por qué cree que al Gobierno Petro le ha costado pasar de las promesas a los hechos?
Por la incapacidad del presidente Petro de liderar y de construir. Es un Presidente que no se reúne con sus ministros, que no fija metas claras y precisas, no es capaz de articular equipos. Gobernar es muy difícil. Una cosa es hablar, lucubrar, hacer promesas grandiosas. Pero, de promesas no vive nadie y el presidente Petro no ha tenido ni tiene la capacidad de ejecutar; no la tuvo cuando fue alcalde de Bogotá, no la tiene como presidente de la República. Todos hemos visto el desorden en su Gobierno y el caos en sus diferentes programas y todo esto está asociado directamente con quien conduce el país. Repito: el presidente Petro no se sienta a trabajar con sus ministros, no tiene metas claras, no es capaz de hacer seguimiento. Habla, habla y habla y hay un desorden creciente que lo vemos prácticamente en todas las manifestaciones del Gobierno Nacional.
Muchos coinciden en que la ‘Paz total’ se convirtió hoy en la mayor frustración del Gobierno Petro, ¿cree lo mismo?
Jesús Antonio, la ‘Paz total’ ha terminado en un desorden total. El Gobierno Nacional en cabeza del Presidente no entendió y no asimiló las lecciones que llevamos aprendidas en Colombia; nosotros estamos negociando desde los tiempos de Belisario Betancourt y hay lecciones que es importante entender: una, para construir la paz y avanzar en una negociación, necesitamos una fuerza pública más fuerte, con más capacidades que las que se necesitan para la confrontación. La idea de que se iba avanzando en la negociación y se iba implementando, es errada, es contradictoria, y sólo ha servido para que se multiplique el mundo criminal asociado con la violencia que tenemos en Colombia. Ha sido un gran error, muy costoso, y muy difícil lo que nos espera a nosotros en el contexto en el que estamos porque al Presidente le queda básicamente año y medio de gobierno y con todas estas negociaciones, en forma simultánea, que es otro error, vamos a recibir un desorden muy grande. La inseguridad ciudadana ha crecido y sigue creciendo: la extorsión, las amenazas, los robos urbanos; todos estos delitos se están convirtiendo en miedo y en insatisfacción de muchas personas. Este tema no se está atendiendo en Colombia y no lo ha atendido el Gobierno Nacional. A esto hay que sumarle que el Gobierno Nacional siempre está en la confrontación, en la agresión permanente, y eso impide la convivencia ciudadana. Hoy tenemos un caos total.
En regiones como el Huila las extorsiones siguen ‘disparadas’ y las disidencias de las Farc tienen el dominio territorial en zonas rurales, ¿cree usted que estos problemas con los grupos ilegalmente armados están lejos de resolverse?
Desafortunadamente, tengo que decir, estamos lejos. Y por el camino que vamos, no solamente no se van a resolver sino que se van a profundizar, y eso es muy costoso para nosotros en Colombia, es un daño muy grande. Y lo digo con la esperanza de estar equivocado en lo que estoy diciendo. Quisiera estar equivocado, pero es lo que estamos viendo, desafortunadamente, por este Gobierno en la forma en que trabaja, no tiene solución. Insisto: ojalá, esté muy equivocado.
¿Para dónde va la economía colombiana? ¿Cuáles son sus perspectivas?
Jesús Antonio, con el incremento del salario mínimo, ¿va a aumentar la inflación? ¿Va a aumentar la informalidad y el desempleo? Estos son los grandes interrogantes que vamos a tener enfrente. Ha sido positiva la forma en cómo se ha venido disminuyendo la inflación, pero el desempleo está en unas cifras altas. Hay aspectos positivos como el del café, en el que el Huila es protagonista; el café y ese mundo agrícola asociado con las exportaciones han sido muy importante en la situación económica del país. Yo, sin embargo, lamento profundamente que el país no ha implementado la política del desarrollo productivo. Recordemos que el año pasado se habló de inversiones forzosas en el sector financiero en ciertos programas que el Gobierno Nacional quería y hoy no sabemos cómo va eso y cuánto ha avanzado. Y recordemos que nos habían dicho que iban a presentar una política nacional de reactivación económica; esa política no la han presentado en el marco del desorden permanente de este Gobierno. Entonces, pasan cosas, puede haber unas cosas buenas, pero no las podemos canalizar y estamos siempre atrapados en una discusión alrededor del presidente Petro, quien todos los días hace dos o tres manifestaciones con las que distrae la atención pública; son cortinas de humo, mientras que el malestar y la incapacidad de transformar va creciendo en Colombia.
La inversión privada ha caído drásticamente en este Gobierno, ¿cómo recuperarla?
La inversión privada está directamente asociada con una palabra que es fundamental para ser un buen gobernante y hacer un buen gobierno y se llama confianza. Y el Gobierno del presidente Petro por su forma errática de actuar, por los bandazos, por la forma en que procede un día y después procede al día siguiente, no genera confianza. Lo que genera es desconfianza. Y con esa desconfianza es muy difícil que haya inversión privada, la cual es importante para el crecimiento económico del país, la generación de empleo y para abrir nuevos frentes de trabajo en nuestra sociedad. Mientras exista esa desconfianza, la inversión privada estará reducida y en el contexto de confrontación política en el que vamos a estar entrando este año, será difícil que se recupere en Colombia. Quiero además señalar algo importante al hablar del rumbo de la economía colombiana: todos los colombianos han visto la cantidad de deudas que tiene el Gobierno, no están haciendo los aportes que corresponden para los subsidios para energía –hemos visto apagones en el Vichada–, estamos viendo las deudas con los hospitales y el sistema de salud. O sea, Colombia está en un desorden muy grande. Estamos viendo lo de los peajes. Todo se convierte en un problema y hay un montón de deudas acumuladas en todos los sectores y el Presidente se lo pasa diciendo que es culpa del Congreso porque no le aprobaron la reforma que él quería; no es culpa del Congreso, es culpa de su incapacidad, de su desorden, de la mala planeación, de los sueños que crearon y que no corresponden con la realidad del país.
Ahora que menciona el Congreso, ¿van a mejorar para este año las relaciones entre el presidente Petro y los congresistas?
Jesús Antonio, todo eso será alrededor de algo que es lamentable para Colombia: qué tanto les van a dar a los congresistas, a esos congresistas que tienen precio, que venden sus principios por recibir puestos, contratos, la llamada mermelada. Si es un Congreso serio, el Gobierno Nacional tendrá muchas dificultades para que le aprueben unas reformas mal preparadas. Veo muy difícil esa relación y complicado el panorama en esos términos políticos, y no sé cómo vaya a reaccionar el presidente Petro ante esa circunstancia porque considero que ya estamos en un contexto de campañas políticas y en ese contexto la preocupación del Gobierno Nacional será cómo imponen a alguien para que continúe ahí, desvirtuando aún más los hechos concretos que la ciudadanía necesita que le respondan desde la seguridad, la lucha contra la corrupción, el tema del empleo, la lucha para enfrentar las desigualdades sociales, los desbalances regionales. No veo un buen panorama, desafortunadamente.
De cara a las elecciones presidenciales 2026, ¿usted cómo va a jugar? ¿Ya definió de una vez por todas que será candidato?
He dicho que es altamente probable que sea candidato, pero todavía falta camino para recorrer. Yo ya tengo experiencia en campañas electorales; hay factores personales que es necesario tener en cuenta en el contexto de una campaña. He venido actuando en política y seguiré actuando en política. Estoy satisfecho porque después de estar viendo el mal gobierno de Duque y el mal gobierno de Petro, yo que voté en blanco en las dos elecciones y he sido insultado en esos lados, he mantenido una posición coherente. Estoy viendo y sintiendo que son muchas las personas hoy en Colombia que entienden la dimensión de lo que nosotros le podemos aportar a esta sociedad. Yo he gobernado y he gobernado muy bien, lo digo con orgullo. Yo fui el mejor el alcalde y el mejor gobernador en Colombia. Sé gobernar, sé trabajar, sé respetar, sé construir. Pero, todavía falta para tomar una decisión política de pasar a una campaña electoral, que es compleja, difícil y tiene un montón de elementos que se tienen que valorar.
Con su experiencia en campañas política, ¿cuándo debe estar dando ese salto?
No hay una receta hecha. Yo estoy participando en política; estoy muy contento. Todos vieron las encuestas electorales de fin de año en las que he estado de primero frente a la opinión pública en Colombia. Me siento orgulloso porque he reflexionado sobre los errores que he cometido, he descubierto nuevas formas de comunicar, sigo luchando por unos ideales entendiendo lo que está pasando en el país. Sé que eso significa ataques, insultos y todo tipo de cosas, pero ya son muchas las lecciones aprendidas y se me ha multiplicado la convicción para trabajar por lo que hemos significado para Colombia, desde que construimos la ola verde en 2010. Yo creo que en Colombia es el momento para esta política. Ya vimos al uno y al otro y ya vimos lo mal que se puede gobernar. El camino es largo.
Aquí en LA NACIÓN la senadora María Fernanda Cabal, con aspiraciones presidenciales, dijo que en 2026 todo será entre petristas y antipetristas, ¿usted qué opina?
Jesús Antonio, ella hace parte del mundo de la polarización y eso es lo que quiere. Pero, hay alternativas distintas. La vida nos está dando la oportunidad de verlo; ya vimos lo mal que fue el Gobierno de Duque, asociado a María Fernanda Cabal, y estamos viendo el mal Gobierno de Petro. Nosotros, por su parte, hemos hecho gobiernos alternativos, distintos. Vamos a romper con esa idea de la Colombia que tiene que ser amarga, rabiosa, con deseos de venganza, frustrada, con miedo. Necesitamos un Gobierno que sea capaz de convocar a los diferentes sectores de la sociedad, de izquierda, de centro y de derecha, y eso somos nosotros.