Han pasado cuatro años desde la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-Ep. La conmemoración de este pacto atraviesa sus momentos más difíciles, el país vive una barbarie entre masacres y asesinatos sistemáticos. El Huila es protagonista en este panorama.
Lucía Sánchez
A cuatro años de su firma, organizaciones sociales califican de “preocupante” la situación por la que atraviesa el acuerdo de paz alcanzado con las otrora Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Un pacto que desde el inicio fue rechazado por diversos partidos políticos, entre estos, el Centro Democrático; oposición que causó la derrota del plebiscito, el cual condujo a la renegociación con los promotores del NO y la firma de un nuevo acuerdo con modificaciones trascendentales.
Desde diferentes orillas, diversas organizaciones, excombatientes y dirigentes políticos, indican que la implementación del acuerdo de paz va más allá del desarme, la desmovilización y la reincorporación de los integrantes de las Farc, aseguran que el pacto negociado en La Habana está pasado su momento más difícil en cuatro años.
Ronald Rojas, que en sus épocas de guerrillero era conocido como ‘Ramiro Durán’, hoy delegado del partido Farc en la Comisión de Seguimiento de Impulso y Verificación de la Implementación del acuerdo de paz, afirma que les preocupa el estado de la materialización del acuerdo final a cuatro años de su firma. “Es precario el avance en muchos de los temas puntuales del pacto. Por ejemplo, en el punto uno sobre reforma rutar integral, que establece que hay que adjudicar tierras a los campesinos que no tienen, los avances son mínimos”.
Para el delegado, la falta de financiación de proyectos productivos y el exterminio de firmantes del acuerdo final son algunos de los puntos negros en una implementación que cojea. “El desfinanciamiento de los planes y proyectos que tienen que ver con la implementación es preocupante. Por otro lado, estos cuatro años arrojan la cifra de 229 compañeros firmantes del acuerdo asesinados en el país; en Huila Algeciras es un espejo de este panorama. Nuestro balance no puede ser positivo porque la realidad es muy cruda”.
Excombatientes hablan
Esta compleja situación que atraviesan cientos de excombatientes en el país, la vive Miguel Rodríguez, firmante del acuerdo y representante de la Cooperativa Multiactiva Agroindustrial de Algeciras, dedicada a la producción y comercialización de café especial. La agremiación conformada por 34 asociados, 20 en proceso de reincorporación, afronta un difícil momento por cuenta del recrudecimiento de la violencia y la falta de apoyo estatal.
“Nosotros estamos trabajando en el proyecto desde el 2018, pero ha sido bastante complejo el tema de inversión. Además, por la situación de inseguridad nos ha tocado abandonar nuestros lugares de trabajo, en especial a los directivos de la cooperativa, a todos nos tocó salir desplazados por amenazas de muerte, ya no nos encontramos en ese territorio (Algeciras)”, lamenta el reincorporado.
Miguel expresa, además, que en los cuatro años que van de la firma del acuerdo de paz la situación para Algeciras ha sido bastante crítica, tanto en materia de seguridad como en falta de inversión social por parte del Estado, ya que para sostener iniciativas productivas les ha tocado trabajar por su cuenta y ‘con las uñas’.
En el caso de la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria por la Paz ubicada en Neiva, la cual asocia a más de 1.000 personas, entre excombatientes, campesinos y víctimas de diversos municipios del departamento, los resultados son positivos en materia de apoyo, pero también lamentan la problemática de inseguridad.
Según Víctor Hugo Silva Sotto, representante legal de Cooagropaz, la cooperativa más sólida de su tipo en Huila, “hemos venido atravesando un poco de dificultades, pero sabemos que no es fácil construir todos estos procesos en torno a la paz y la reconciliación. Destacamos el apoyo de parte de la Gobernación y la Agencia Nacional de Reincorporación. Estamos desarrollando un proyecto ganadero y también trabajando en otras iniciativas como lo es una de seguridad alimentaria”.
Sin embargo, manifiesta que les preocupa mucho la problemática de inseguridad, que se agudiza en municipios como Algeciras, donde se han registrado hechos deplorables como las recientes masacres. “Uno no encuentra una explicación sobre lo sucedido, hemos venido exigiendo a diferentes autoridades las razones del por qué nos están matando. Por eso creo que el proceso de paz está pasando una etapa difícil, es hora de reflexionar y rescatar el acuerdo”.
Dirigentes opinan
Desde el escenario político, el senador Rodrigo Lara Restrepo, resalta el desescalamiento de la confrontación armada que logró el proceso de paz. Un avance que ha servido sobre todo a departamentos del sur del país, “como es el caso del Huila, Cauca y Caquetá, donde se focalizaba la guerra entre el Gobierno y las extintas Farc-Ep desde 2012 hasta la firma del acuerdo”.
Aun así, el senador es enfático en señalar que el gobierno Santos terminó sin avanzar en la reforma rural integral y poco hizo para mejorar la presencia del Estado en territorios complejos como Huila y Caquetá. En relación al Gobierno actual, sostiene que avanza muy poco “en la implementación de las prometedoras políticas sociales previstas en los acuerdos y no ha sabido hacer presencia en el territorio”.
“Prometió fumigaciones de cultivos ilícitos y no ha sabido implementarlas. La política de seguridad de este gobierno fracasó, el mal manejo del Ministerio de Defensa hizo que el Ejército perdiera iniciativa operacional y el país se saliera de control”, aseveró Lara Restrepo
Para el senador del Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, “es necesario desarrollar todo el aspecto normativo del primer punto de reforma rural integral. Desarrollos como la reforma política, democrática que plantea el acuerdo en el segundo punto y muchas otras leyes que este gobierno no ha presentado a la consideración del congreso”.
En este contexto, el Gobierno Nacional se ha centrado en mencionar los recursos destinados para implementar lo pactado, el alto consejero para la Estabilización, Emilio Archila, aseguró que “en el Plan Nacional de Desarrollo del presidente Duque se contemplaron recursos por $ 37,1 billones para la implementación de la política de paz con legalidad. A través del Presupuesto General de la Nación, ha dispuesto $ 27,8 billones. En el 2019 se destinaron $ 7,3 billones, durante el 2020 se presupuestaron $ 9,8 billones y para 2021 se espera contar con un presupuesto de $ 10,7 billones”.
Huila: Reincorporación en cifras
-Más de 60 personas que se acogieron al proceso de paz han solicitado amparo de la Unidad Nacional de Protección ante el Gobierno.
-Según datos de la Oficina de Paz y Convivencia Departamental, más de 15 familias de excombatientes han sido víctimas de desplazamiento forzado en lo que va del año.
-De acuerdo a Indepaz, desde la firma del acuerdo final y hasta el 15 de junio de 2020, el total de asesinatos de población exFarc en Huila era de 7 y en Colombia la cifra asciende a 211.
El vocero de la Oficina de Paz, Diego Tello, ha dicho que este complejo panorama para las más de 500 personas en proceso de reincorporación en Huila, se da a raíz de la no implementación de lo acordado en La Habana, Cuba, hace cuatro años.
Estabilización económica:
De acuerdo con la Agencia Para la Reincorporación y La Normalización:
505 personas son objeto de atención del proceso de reincorporación
10 personas están recibiendo renta básica
488 tienen asignación única de normalización
Proyectos productivos:
Existen 152 proyectos productivos aprobados
Vinculan a 247 de los 505 excombatientes
2 proyectos son colectivos
150 son proyectos individuales
“Hemos avanzado en el interés por la verdad”
El padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, en conversación con LA NACIÓN destacó los avances del Acuerdo de Paz, entre estos, el interés por la verdad y la necesidad del perdón en los actores que vivieron el conflicto.
Padre, Colombia conmemora hoy la firma del Acuerdo de Paz en un escenario difícil del que Huila no es ajeno, ¿cuál es la reflexión’. A pesar de los hechos dolorosos que están sucediendo, el país atraviesa una situación distinta a la que vivimos en tiempos de la guerra de las Farc con el Estado que fue muchísimo peor. Un ejemplo en Huila, es la dolorosa masacre de Rivera cuando acabaron con el Concejo Municipal; época donde la ruta de Bogotá a Neiva era peligrosa, lo mismo bajar de esa ciudad al Caquetá.
Efectivamente hoy tenemos asesinatos de líderes sociales, de excombatientes y casos de masacres, pero es un conflicto más situado, hemos avanzado. Quiero decir que con todo lo difícil que están las cosas, tenemos que pensar que el proceso de paz ha sido muy importante, claro que hay que repensarlo, porque el país necesita que en serio se cumplan la totalidad de los puntos, muy particularmente lo que tiene que ver con el desarrollo rural integral.
¿Qué ha ganado en este último tiempo el proceso de paz, que se pueda destacar?
Siento que ha ido creciendo un interés por la verdad y el perdón. Por ejemplo, las Farc están aceptando y diciendo lo que pasó. Además, antes los asesinatos quedaban en silencio, hoy tras un hecho la gente clama la verdad inmediatamente, eso es nuevo. Igualmente, el perdón se volvió importante tras hechos cometidos por diferentes actores, esa dinámica ha ido creciendo gracias al proceso de paz. El mensaje para los huilenses es que crean en la paz, hemos avanzado mucho.