Francisco José García Lara
Ante la falta de propuestas, y faltando más de un año para las elecciones presidenciales, la extrema derecha comenzó a meter miedo.
Apareció una encuesta cuyo resultado muestra al candidato de la extrema izquierda punteando, incluso con posibilidades de ganar en primera vuelta, para que en dramática reacción, los seguidores del partido de gobierno se rasgaran las vestiduras, olvidando que ese resultado es consecuencia de la situación social y económica del país, gobernado por ellos en los últimos 20 años.
Siguen utilizando como principal argumento que podemos terminar como Venezuela, sin considerar que el gobierno que actual y su cuestionado jefe escogen quien los juzga y han tomado el control de las entidades que los vigilan, para entender que están gobernando en una autocracia elegida dentro de una presunta democracia, es decir, idénticos al país vecino.
En lo que no cesan es en su intención de dividir el país en dos bandos, haciendo creer a la gente que no hay más opciones y que son los únicos salvadores del caos que ellos mismos provocaron, generando así el temor en cada ciudadano con lo que representa el bando contrario, de tal manera que resignadamente sigamos con la antigua costumbre de votar por el menos malo de los candidatos.
Los extremos, derecha e izquierda, se necesitan, la primera para meter miedo con lo que podría ser un gobierno del otro extremo; la segunda, apareciendo como redentores de los graves problemas sociales que hoy padecemos por cuenta de su opuesto, sin que ninguno de los dos muestre programas reales, son simples movimientos caudillistas, con líderes mesiánicos y seguidores fanáticos cuya capacidad de reflexión y análisis es prácticamente nula.
Habrá que insistirles hasta la saciedad a los dos extremos que existen matices de grises, en los cuales estamos quienes no creemos que debemos continuar como estamos y con los desequilibrios sociales que tenemos, pero tampoco aceptamos que la solución sea un gobierno que desaparezca muchas cosas buenas que hemos logrado imponiendo una ideología fracasada en otras partes.
En todo caso, debe recordársele a los seguidores del partido de gobierno, en caso de darse un cambio hacia la extrema izquierda, que son ellos los principales responsables al pavimentarle el camino con sus constantes abusos como la reforma tributaria propuesta para quitarle a la clase media para darle a los pobres
No debemos resignarnos, en este país hay opciones diferentes a los extremos, derrotemos el miedo y dejemos de comerle cuento a los que se muestran como libertadores a punta de cantos de sirena.
garcia.francisco@javeriana.edu.co