La Nación
Comfamiliar sigue en la lupa de Supersalud 1 28 marzo, 2024
INVESTIGACIÓN

Comfamiliar sigue en la lupa de Supersalud

La Superintendencia de Salud prolongó por cuatro meses la medida de vigilancia especial argumentando que la EPS no cumple aun con los indicadores de solvencia y adecuada prestación de los servicios. La medida aleja la propuesta de reorganización como tabla de salvación.

 

RICARDO AREIZA

unidadinvestigativa@lanacion.com.co

 

La Superintendencia Nacional de Salud, prorrogó por cuatro meses más, la medida preventiva de vigilancia especial adoptada desde el 2016 por la crítica situación que registra la EPS de la Caja de Compensación Familiar del Huila.

La medida cautelar se mantendrá hasta el 26 de febrero de 2021, según la Resolución 12495 de 2020, firmada por el superintendente, Fabio Aristizabal Ángel, quien estará hoy en Neiva.

“Comfamiliar no ha logrado superar todos los hallazgos y deficiencias que motivaron la vigilancia especial declarada en el 2016, confirmó el superintendente delegado para las Medidas Especiales Germán Augusto Guerrero Gómez.

“Esperamos que Comfamiliar cumpla con las condiciones financieras de habilitación y de solvencia, y resuelva de fondo las reclamaciones de los usuarios trasladadas, especialmente, las relacionadas con la entrega de medicamentos”, anotó en un comunicado.

Aunque resulta fácil decirlo, la asfixia presupuestal y financiera, presionada por la inviabilidad de los programas de salud, tiene al borde de la quiebra a todas las cajas de compensación familiar del país, incluyendo la del Huila.
La extensión de la medida preventiva, puso en el precipicio la reorganización funcional, la única salida viable para escindirla y evitar un eventual colapso.

El Comité de Medidas Especiales estimó que no se presentaron las condiciones para levantar la medida y recomendó que se mantuviera vigente.

La prórroga

El año pasado el organismo de control, prolongó la medida de vigilancia especial (Resolución 004706 expedida el 26 de abril de 2019. El último plazo venció el 26 de octubre de 2020. Ahora, se extendió por otros cuatro meses.

La medida preventiva fue impuesta por la Superintendencia de Salud  desde el 4 de agosto de 2016 por la situación crítica que ha venido soportando desde hace 15 años, sin que haya logrado salir de su estado de insolvencia.

Por el contrario, con el paso de los años, sin ninguna solución por parte del Gobierno Nacional, las deudas se han disparado hasta el punto de comenzar a socavar el patrimonio de la caja.

Las medidas de vigilancia especial también afecta a otras 12 cajas de compensación del país, por presentar graves aprietos financieros, desde el 2005 que las tiene al borde de la crisis y en algunos casos en proceso de liquidación.

Sanciones

El funcionario confirmó otras dos sanciones a la  Comfamiliar superiores a los 200 millones de pesos por incumplimiento del plan de mejoramiento, el flujo de recursos e instrucciones del ente del control y vigilancia.

Igualmente, confirmó  una nueva investigación administrativa por presuntos incumplimientos relacionados con el reintegro de dineros a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud. (Adres). Según el director de la entidad, Luis Miguel Losada,  las dos sanciones fueron impugnadas y por lo tanto no están en firme.

 

Puntos críticos

Según la última evaluación, la EPS no ha logrado superar las grandes debilidades en la implementación de acciones de detección temprana y protección específica para la reducción de riesgos en gestantes y recién nacidos.

Además, no cuenta con todos los soportes de la prestación efectiva de los servicios de medicina especializada y medios diagnósticos.

Tampoco suministra de manera oportuna los medicamentos e insumos a los usuarios y limita la atención de la población sujeta de especial protección.

Y para rematar, en esta dura coyuntura, la EPS no cumple con los tiempos estipulados para el procesamiento de las pruebas Covid-19 de sus afiliados, lo que ha disparado las reclamaciones por vía judicial.

“En los primeros siete meses de 2020, la entidad fue notificada de 796 acciones de tutela en salud y 29 incidentes de desacato”, reportó el superintendente delegado.

Según la entidad, la EPS Comfamiliar no realiza la supervisión de los contratos de acuerdo con la normatividad vigente, ni responde oportunamente las peticiones, quejas, reclamos, denuncias (PQRD) interpuestas por los usuarios y no brinda respuesta de fondo.

La falta de oportunidad en la asignación de citas de consulta médica especializada con un recuento de 657 quejas y reclamos fue el principal motivo específico durante los primeros siete meses del año.

La institución presenta una tasa de PQRD para el régimen subsidiado de 59,90 con corte julio de 2020, ocupando el octavo lugar dentro de las 28 EPS del mismo régimen.

 

El alto riesgo

La EPS, según la Superintendencia Nacional de Salud, no logró en los últimos seis meses los indicadores de atención adecuada, oportuna y eficiente y en consecuencia, extendió hasta febrero del próximo año la medida cautelar, en medio de los picos más altos de la pandemia.

En su criterio, el programa de salud sigue en condiciones críticas, poniendo en alto riesgo prestación de los servicios de salud a los 562.308 afiliados., de los cuales 542.220 pertenecen al régimen subsidiado.

El programa de salud, según el último balance de sus estados financieros, reportó pérdidas negativas acumuladas por 268.437 millones de pesos que impactan ostensiblemente el patrimonio de Comfamiliar.

Las pérdidas de la EPS al término del último ejercicio fiscal ascendieron a 76.383 millones de pesos, ratificando la inviabilidad financiera del programa de salud, el principal dolor de cabeza de la entidad, que la tiene en graves aprietos.

“Sin considerar los resultados operacionales el patrimonio de la Caja de Compensación del Huila alcanzó a 31 de diciembre pasado a 329.245 millones de pesos. Sin embargo, por las pérdidas acumuladas, hoy el patrimonio social de Comfamiliar provocó una disminución del 81,5%”, advirtió el revisor fiscal, Yesid Perdomo.

Al cierre del año, el patrimonio neto fue de apenas 60.807 millones de pesos, lo que confirma la gravedad del declive financiero en que está la entidad, un patrimonio empresarial de los trabajadores.

 

Inviable

Según el examen financiero realizado por la firma Sfai Audit encargada de la auditoría,  al terminar el año 2019 el programa de salud,  presentó una pérdida de 76.383 millones de pesos, que la colocan en situación crítica.

Al terminar el ejercicio fiscal registró “ingresos operacionales que ni siquiera alcanzan para cubrir los costos”, confirmó el contralor encargado de la evaluación de la medida cautelar.

“Las pérdidas han ido aumentando con el paso de los años. Es así como del año 2016 al año 2019, las pérdidas se han incrementado en un 81%”, explicó.

“En estas críticas condiciones financieras, el Programa de Salud que desarrolla Comfamiliar del Huila no es viable financieramente”, concluyó el contralor.

En saldo rojo

“Los problemas de liquidez que presenta la EPS, así como el alto nivel de endeudamiento, el alto índice de siniestralidad, el bajo nivel de recaudo, las pérdidas recurrentes y materiales del programa, entre otros, comprometen seriamente la prestación del servicio de salud, que desarrolla Comfamiliar Huila, como asegurador del sistema, por lo cual se permite concluir que la EPS compromete seriamente su continuidad como empresa en funcionamiento”, precisó.

“Se evidencia- añadió- que el programa de salud de la entidad no es auto sostenible, puesto que los ingresos generados no cubren la operación, de ahí que todos los márgenes del programa de salud sean negativos”.

Altibajos

De acuerdo con la evaluación, realizada por el Superintendente Delegado, la EPS Comfamiliar, reporta un alto nivel de endeudamiento, que la tiene en cuidados intensivos.

“La entidad al cierre de 2019  reportó un pasivo superior a los activos, por lo tanto,  los indicadores financieros que de allí se derivan son desfavorables”.

La entidad realiza una gestión insuficiente para la recuperación de la cartera mayor o igual a los 360 días y más de 360 días y una cartera mayor a 360 días del 67%.

Con corte a diciembre de 2019 presentó cuentas por cobrar que corresponden al 96% del total del activo. Igualmente cuenta con el 96% de la cartera del programa de salud, concentrada en seis terceros.

Igualmente presentó anticipos del 80%, que se han otorgado a proveedores, los cuales se encuentran concentrados en seis proveedores.

La EPS Comfamiliar  reportó cuentas por cobrar como “corrientes” en su totalidad, pese a que estas no tienen cómo convertirse a corto plazo en efectivo. Además, presentó un pasivo financiero, que representa el 58% del total del pasivo y  cuentas por pagar del 97% del total del pasivo.

“La EPS incumplió con los procesos de conciliación y pago de cartera de proveedores”, reportó el informe de auditoría.

 

Volatilidad

La EPS, según el mismo dictamen registra una alta volatilidad e incremento en los resultados mensuales de las pérdidas acumuladas.

Por lo tanto, genera una incertidumbre como negocio en marcha, dada la situación financiera y la capacidad para cumplir con sus obligaciones a corto y largo plazo con los prestadores.

“La entidad genera excedentes operativos por debajo del nivel requerido, generando pérdida operacional del (- 14%) del ingreso, lo que indica que la entidad está dando pérdidas”, precisó el reporte de auditoría durante el último ejercicio fiscal.

La EPS reportó una siniestralidad en 108%, incumpliendo con el permitido del (92%).Y sin fuera poco, reporta gastos administrativo superiores al 8,6%, desbordando el máximo permitido del 8%.

 

Severo deterioro

La entidad presentó el 25% de los anticipos otorgados con una antigüedad de 360 y más. El programa de salud presentó como gastos más representativos los gastos de deterioro (provisiones), los cuales se concentran en el 42% del total de los gastos e inversiones.

En los dos últimos años el deterioro de los resultados económicos de la EPS sobrepasó incluso las utilidades de las otras unidades de negocios.

Según la firma Contri, encargada de la revisoría fiscal, los resultados operacionales han venido afectando el patrimonio de la caja.

El patrimonio de Comfamiliar Huila al terminar el ejercicio de 2018 estimado en $286.360 millones, fue impactado por las pérdidas del programa de salud que ascienden a $194.371 millones. En un año los indicadores, registraron un severo deterioro.

 

Golpe al patrimonio

La Caja reportó hasta diciembre del año pasado un patrimonio de apenas 60.807 millones de pesos al terminar 2019, sustancialmente disminuido.

Los resultados de ejercicios anteriores con 200.849 millones de pesos negativos, ocasionaron un precario resultado del ejercicio de 67.588 millones de pesos.

En el último año los activos crecieron apenas el 1% al pasar de 461.555 millones reportados en el 2018 a 452.942 obtenidos en el 2019.

Paradójicamente los pasivos crecieron, 22.9% al pasar de 326.011 en el 2018 a 400.748 al terminar el año pasado, como consecuencia de las pérdidas inatajables que la entidad ha venido registrado en los últimos siete años y de los 76 millones que la EPS perdió en el 2019.

“Los resultados operacionales ascendieron a 329.245 millones por los efectos de las pérdidas acumuladas de ejercicios anteriores con un resultado negativo del año corriente de 268.437 millones de pesos. Estos hechos ocasionaron una disminución del patrimonio social de 81.5 quedando un patrimonio al cierre del año 2019 de 60.807 millones, equivalente al 18.5%”, corroboró el contador Richard Castro Rayo.

“Este comportamiento provoca la existencia de una incertidumbre material que puede generar duda significativas sobre la hipótesis de empresa en funcionamiento en un futuro previsible, es decir, la capacidad de la corporación para continuar como negocio en marcha”, confirmó el revisor fiscal, Yesid Perdomo.

 

Ingresos precarios

Las pérdidas recurrentes, según el director de la entidad, Luis Miguel Losada, es el resultado  de la insufi­ciencia de los ingresos derivados de la UPC del régimen subsidiado para asumir los costos médicos en los distintos niveles de complejidad más la carga de los gastos operacionales. Esa desventajosa situación  derivada del modelo de salud tiene en crisis a las cajas de compensación.

Las pérdidas en el año 2012 ascendían a 12.581 millones de pesos con rentabilidades netas negativas de 5,90%. Tres años después ascendieron a  $73.612 millones, con un margen neto de menos 24,04%. El año pasado ascendieron a 268.437 millones de pesos.

En este complejo escenario, las cajas propusieron la reorganización funcional a través de la escisión, pero el Gobierno Nacional, ha frenado esa posibilidad. En dos oportunidades rechazó la iniciativa por las graves condiciones financieras, agudizadas ahora con la emergencia sanitaria.

La nueva prórroga, aleja aún más esa posibilidad de escindir este programa y crear una EPS nacional.