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Comienza juicio del siglo por corrupción en Brasil

La Corte Suprema juzgará desde este jueves a los 38 sospechosos del mayor escándalo de corrupción política en Brasil, que estuvo a punto de tumbar el gobierno del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva y desnudó a toda una clase dirigente que estará en el banquillo de los acusados. BRASILIA, AFP La Corte Suprema juzgará desde este jueves a los 38 sospechosos del mayor escándalo de corrupción política en Brasil, que estuvo a punto de tumbar el gobierno del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva y desnudó a toda una clase dirigente que estará en el banquillo de los acusados. En el ‘juicio del siglo’ -como lo llama la prensa- el Supremo Tribunal Federal juzgará a 38 exministros, exdiputados, empresarios y banqueros involucrados en una presunta red de compra de votos en el Congreso orquestada por el Partido de los Trabajadores (PT, en el gobierno desde hace 10 años) entre 2002 y 2005. Conocido como el ‘mensalao’ (gran mesada), el caso inmortalizó una de las prácticas más enquistadas en la política brasileña: el pago de favores políticos. El juicio involucra a dirigentes de larga data del PT, incluidos tres ex ministros José Dirceu (de la Presidencia), Luiz Gushiken (de Comunicación) y Anderson Adauto (de Transportes), y casi una docena de excongresistas de cuatro partidos que conformaron la base aliada de Lula. Los 38 acusados deberán responder por peculado, lavado de dinero, corrupción y fraude, delitos por los que podrían purgar penas de hasta 45 años de prisión. Se espera que las primeras sentencias se conozcan a mediados de setiembre. Los implicados -todos libres- deberán responder por un sofisticado plan para comprar apoyos de la coalición en el Congreso bajo el primer gobierno de Lula y saldar cuentas de la campaña electoral de 2002 que lo llevó al poder, según la fiscalía. Políticos corruptos El ‘mensalao’ es un juicio a “un gobierno que se inclinó por mecanismos ilegales para mantener su base aliada en el Congreso”, y su resultado será “visto como una señal de castigo o tolerancia” a los políticos corruptos, dijo Carlos Pereira, profesor de la Fundación Getulio Vargas. “Es una ventana de oportunidad para que Brasil señale de manera creíble qué tipo de sociedad quiere tener: instituciones fuertes, independientes, capaces de castigar a quien se desvía, o si será siempre la sociedad que acomoda intereses”, indicó Pereira, autor de varios artículos sobre el tema. El escándalo El caso estalló en 2005, cuando el entonces diputado aliado Roberto Jefferson, molesto por una mala repartición del poder, reveló a la prensa la existencia de un esquema de corrupción en el PT. El esquema del “mensalao” funcionaba a través de un publicista dueño de varias empresas, Marcos Valerio de Souza, que logró contratos para realizar campañas del gobierno. Los recursos no utilizados en esas campañas eran entregados a parlamentarios o sus asesores, al tiempo que de Souza contraía préstamos con bancos privados y públicos que iban a parar a los cofres del PT.