Los patrones mentales se forman de estructuras cimentadas en los hábitos de vida y estos a su vez, son producto de emociones y de comportamientos repetitivos que crean fortalezas en nuestra mente.
Así como las murallas de Cartagena: majestuosas, impenetrables, las de la mente cobran fuerza a medida que pasa el tiempo y se conservan pensamientos que roban la paz (negativos, de fracaso, autodestructivos y de ruina) cuando no se contraataca el pensamiento por uno opuesto lleno de bondad, dignidad la vida sigue en declive hacia el oscuro abismo.
La ley de la sustitución siempre funciona, es decir el cambiar un pensamiento malo por uno bueno. Una persona es conducida por sus pensamientos, ellos te llevan a un lugar de éxito o de fracaso.
La mente es una máquina no solo de sueños, sino crean realidades, es como un tesoro que se debe cuidar y guardar. Los tesoros siempre están en un lugar seguro, en lo natural el bunker es un lugar seguro y de protección.
La pregunta ¿Qué hacer para derribar las fortalezas?, pues bien solo cuenta la: “determinación” de levantarse y sacudirse del polvo. La vida es de: “DECISIONES”, independientemente de que te sientas incómodo y del esfuerzo que requiera.
El bienestar integral (Mental, emocional y físico) no se debe anteponer y siempre estará por encima de circunstancias, personas o cosas. Un término claro y que gusta es el: “Obligarse a sí mismo” a: pensar, decir y actuar conforme a lo que conduce al bien. Por ejemplo: Si sientes depresión: levántate y si eres mujer: maquíllate, haz planes, pasea y lo más importante “sonríe”, independientemente de lo que sientas: que es algo fingido, no interesa entre más lo hagas se vuelve parte de ti.
Si quieres destruir las fortalezas, debes de reconocer que necesitas ayuda “extra”, de quién nunca ha perdido el control de todo el universo.
En lo natural puedes recortar imágenes de todo en cuanto sueñas, deben ser, tatuarlas en tu mente, el ingresar este tipo de imágenes, hace que tu vida gire en torno a los anhelos de tu corazón y esta comienza a tener un nuevo sentido.
Las palabras también cambian las circunstancias, crean un entorno, por lo tanto empieza a hablar de manera diferente (sabia, positivamente) como si hubieras logrado cada sueño, sin ponerle lógica, solo hazlo y vivirás en la plenitud y en la sobreabundancia.
Sicóloga