Humberto Silva Cuellar
La teoría clásica nos enseña que el equilibrio se logra a través de la mano invisible del mercado, es decir oferta y demanda o autoajuste del mismo. Dicho modelo económico tuvo vigencia hasta la crisis de 1929, cuando colapsó la bolsa de Nueva York y por ende la economía mundial, el desempleo alcanzó niveles desorbitantes y los empresarios y gobierno no encontraron respuesta a ellos, en el concepto esbozado por Adam Smith,
Viene Keynes y soluciona el problema con su modelo donde el Estado se engrandece enormemente y a través del gasto púbico y déficits fiscal, logra sacar la economía de la crisis., lo que se conoció como el New Deal.
La CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) plantea el modelo de sustitución de importaciones, complementario al de Keynes y la prosperidad llega a través la inversión Estatal, imponiéndose la economía del bienestar.
Los monetaristas, especialmente Friedman, empiezan a fustigar el Modelo de Keynes, justificado por la ineficiencia paquidérmica del Estado y su corrupción, que, con la caída del bloque Soviético, el mundo capitalista impulsa el neoliberalismo, regresando el auto ajuste del mercado, pero con la diferencia de que el mercado de competencia perfecta ya no existe y el modelo por lo tanto se plantea en otros contextos.
¿Ahora, qué modelo aplicar? La teoría económica está en crisis, desempleo desorbitante; según el DANE a julio de 2020 llegó al 20,2%; el IPC -0.01, lo cual significa que hay deflación, es decir hay oferta de bienes y servicios, pero no hay demanda, por la restricción del ingreso, lo que ha conllevado a la caída del PIB a -15,7%, es decir empresarios quebrados, por la misma razón, el estado muy limitado; pero al contrario de ser una crisis económica, es una crisis de salud, ¿entonces uno se pregunta qué modelo aplicar? Tercera vía, donde el estado llegue con inversión como lo hizo Keynes, como ejecutor de grandes obras y consumidor en un alto nivel, hasta donde sea necesario para dinamizar el mercado, el cual está totalmente distorsionado por esta crisis atípica; el socialismo a través de la solidaridad y el mercado, cuyas empresas pueden subsistir, gracias a alivios en deudas- y el desarrollo cada día más de la economía digital.