La Nación
Comprar casa en Huila se pondría difícil 1 20 abril, 2024
ECONOMÍA

Comprar casa en Huila se pondría difícil

Las condiciones económicas de muchas familias imposibilitan que logren aplicar a un proyecto de vivienda, aunque la oferta de estos inmuebles no ha menguado. El sector constructor en Huila intenta reponerse de los problemas, pero las tasas de interés reducirán la demanda de las ventas de casa nueva.

 

CATERIN MANCHOLA

huila@lanacion.com.co

La oferta de vivienda nueva en el área urbana del Huila se mantiene próspera, pero debido a la crisis que suscitó la pandemia, los hogares están teniendo dificultades económicas para adquirir casa propia y a futuro el panorama podría ponerse más complejo.

“En Huila sí tenemos toda la oferta, pero hay mucha gente que antes de comprar vivienda tiene que cumplir todas las condiciones y muchos no están preparados para ese tema”, indicó Diana Margarita Navarro, gerente de Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) seccional Huila.

Señaló que “hay muchos interesados en adquirir casa, sin embargo, uno también tiene que prepararse financieramente, saber cómo estamos, si estamos endeudados y tenemos capacidad para comprometerse con una constructora y pagar sus cuotas mensuales”.

Entre las condiciones para adquirir casa propia es primordial no estar reportado en las centrales de riesgo; las constructoras en el momento de separar un inmueble hacen un preaprobado, examinando si la persona tiene la capacidad de pago; pero, además, si cuenta con los recursos para poderse endeudar, lo cual muchas familias no cumplen subrayó.

Y si bien “el subsidio ‘Mi casa ya’ es una ayuda que tiene el Gobierno Nacional para que la gente pueda pagar su cuota inicial, las constructoras o cualquier proyecto exige entre el 20% y el 30% del pago de la inicial, y si un predio cuesta $100 millones uno pocas veces va a tener los $20 millones o $30 millones para darlos de inicial”, añadió.

Por ejemplo, en Huila se proyecta vender para el 2022, 3.300 viviendas y de estas el 70% pertenecerá al sector de Vivienda de Interés Social (VIS), que son para personas con ingresos menores a cuatro salarios mínimos.

A la baja

Son estos factores principalmente los que tienen con cifras en rojo la venta de vivienda nueva en el departamento, como también los lanzamientos según cifras de Coordenada Urbana, el sistema de información de Camacol. Además, el área licenciada tampoco ha crecido frente a un año atrás, de acuerdo con el Dane.

Entre enero y agosto del presente año se han comercializado 2.020 unidades de las cuales 1.326 pertenecen al segmento VIS y 694 al no VIS; lo que representa un 5% menos frente al consolidado del mismo periodo del 2021.

Al octavo mes del año se efectuaron 1.668 lanzamientos donde 1.002 fueron del segmento VIS; que se traduce en una caída del 10% si se comparara con igual periodo de un año atrás.

Además, en lo corrido del año a agosto, las licencias de construcción en Huila disminuyeron tenuemente en 0,7%, bajando de 355.432 metros cuadrados en 2021 a 352.880 metros cuadrados en 2022, de acuerdo con las estadísticas de licencias de construcción del Dane.

En suma, la meta de vender durante el 2022 más de 3.400 unidades de vivienda nueva en Huila no podrá cumplirse y se alcanzarían aproximadamente las 3.300 unidades, según estimaciones del gremio. Durante todo el 2021 se logró comercializar 3.225 viviendas, por tanto, la cifra continúa siendo elevada e “histórica”, recalcó Aníbal Rodríguez Rojas, presidente de la junta directiva de Camacol regional Huila.

El sector construcción en lo que respecta a vivienda ha venido avanzando bien, “en términos de comercialización, si bien las ventas están un poco por debajo del año 2021, continúan siendo históricamente altas. Esto se debe fundamentalmente a los subsidios de ‘Mi casa ya’”, agregó.

Se agotaron los subsidios

Sin embargo, precisamente el dinero para esta ayuda por este año ya se agotó. Así lo ha advertido el Gobierno Nacional que subrayó: “los recursos del programa ‘Mi casa ya’ fueron comprometidos en su totalidad para esta vigencia. Se otorgaron 65.000 subsidios, cumpliendo de manera anticipada con la meta de 2022. 41.800 contaban con financiación correspondiente a este año y el resto de los subsidios se respaldaron con una vigencia futura del año 2023”, informó MinVivienda.

Según el gobierno, actualmente se están expidiendo las resoluciones de asignación para las familias que tienen aprobado el subsidio y, además, se está “gestionando los recursos para garantizar la continuidad del programa. Se estima que este proceso se realice en lo que resta del año”.

Aclaró MinVivienda que las familias que ya tramitaron el subsidio y se encuentran en estado “por asignar” pueden “estar tranquilas porque, en los próximos meses, contarán con la resolución y podrán avanzar en su trámite de compra de vivienda”.

Mientras que quienes se encuentran en estado “habilitado” deben estar atentos al nuevo proceso que iniciará en 2023.

Por eso en el sector construcción en Huila, “en estos momentos tenemos algunas incertidumbres: la primera de ellas es que los subsidios de ‘Mi casa ya’ se agotaron para el año 2022 y muchas familias que se encuentran en estado habilitado, es decir que cumplen requisitos, están a la espera de poder lograr su cierre financiero en la medida en que el gobierno nacional apropie los recursos presupuestales para el otorgamiento de las ayudas,” expresó el empresario.

Señaló también que ahí hay hoy un ‘cuello de botella’ que esperan resolver en la medida en que se de esta adición de recursos al presupuesto nacional.

Intentando reponerse

En Huila el sector está intentando reponerse de varios aspectos que afectó especialmente a esta región, como consecuencia de la pandemia, pues, hubo un crecimiento desmesurado en los precios de los insumos de construcción; el hierro se duplicó de valor, al igual que el PBC, alambre de cobre, aluminio, vidrio y la madera.

Neiva que fue la ciudad que durante meses presentó las más altas variaciones en el incremento de costos, pero ya se ha igualado a las demás ciudades de su misma naturaleza.

De acuerdo con Rodríguez Rojas, como los constructores venden para entregas a futuro siempre planifican los proyectos con unos incrementos convencionales o normales dentro del mercado pero, en esta oportunidad, los costos de los insumos se ‘dispararon’ por encima de las tendencias históricas del mercado, lo cual “generó unas pérdidas muy grandes porque a nosotros nos toca sustentar los precios y no podemos, por esa razón, incrementar los precios a los cuales nos hemos comprometido con los clientes”.

El segundo problema con la pandemia fue que se rompió la cadena logística en muchos sectores de la producción y hubo insumos que no llegaron, “tardaron muchísimo, por ejemplo, los revestimientos cerámicos normalmente se conseguían para entregas a 30 días y ahora son para 6 meses, 8, 10 y hasta 12 meses. Ese tipo de fenómenos hizo que los cronogramas de muchas obras tuvieran que desplazarse y ha generado, en todo el país, demoras significativas en la entrega de los proyectos. No porque los constructores quieran, sino porque se presentó esa situación”.

Agregó que lo mismo ha sucedido con el vidrio, aluminio y otros materiales. El acero pasó de entregarse en 15 días a 2 meses.

Y el tercer problema que generó sobrecostos fue derivado de la situación de las familias compradoras que, por la pandemia, “muchos vieron disminuir sus ingresos o perdieron el empleo, lo cual generó la necesidad de modificar los plazos para que las personas pudieran cumplir con las condiciones económicas de pago de cuotas iniciales, además, modificar las condiciones de los créditos”, explicó.

También destacó que actualmente la situación de precios de los insumos empieza a tender a normalizarse, la cadena logística se ha recompuesto en lo que respecta a tiempos de entrega, aunque “siguen siendo unos tiempos muy largos los que deben esperar para algunos suministros específicos, especialmente porcelanato y cerámica”.

Intereses altísimos

Ahora los problemas los ha traído la determinación del emisor de incrementar su tasa de intervención de política monetaria al 10%, para hacerle frente a la inflación del país.

“En los últimos meses ha habido un incremento en las tasas de interés del mercado, que ha encarecido los créditos de los constructores y los créditos de los compradores”, afirmó el empresario.

Y anotó que: “ese incremento en las tasas de interés es lo que está explicando, además, una reducción en la demanda, pero aún no la ha afectado significativamente”.

El empresario prevé que las tasas de interés continuarán subiendo, pero considera que para el año entrante ya debe haber una tendencia de normalización e, incluso, progresivamente hacia el año 2024 ya habrán vuelto a sus niveles históricamente normales.

Por su parte la gerente de Camacol anunció que “los constructores continuarán con sus proyectos” y aunque han disminuido los lanzamientos seguirán comercializando. “No ha sido fácil, venimos de una pandemia y de momentos difíciles, pero estamos muy atentos a continuar generando empleo y tener un balance positivo”, concluyó.