La Nación
EDITORIAL

¿Comprar Elecrohuila?

El fuerte ajuste al presupuesto del Departamento del Huila, derivado del agresivo recorte a las regalías por la producción petrolera, ha encendido alarmas frente al presente y futuro panorama de las finanzas regionales y, especialmente, la concreción de la mayor parte de los proyectos de impacto previstos. El fuerte ajuste al presupuesto del Departamento del Huila, derivado del agresivo recorte a las regalías por la producción petrolera, ha encendido alarmas frente al presente y futuro panorama de las finanzas regionales y, especialmente, la concreción de la mayor parte de los proyectos de impacto previstos. Y en el afán de encontrarle salidas inmediatas a la inminente crisis ha surgido la idea de que el Departamento participe  en la puja por las acciones de la Electrificadora del Huila, con el argumento inicial de que la empresa registra excelentes dividendos a un promedio de $50.000  millones anuales. En la composición accionaria, el Departamento y los municipios como entes territoriales apenas tienen 17 por ciento y el restante 83 es de la Nación a través del Ministerio de Minas y Energía, es decir que hoy la Electrificadora no es del Huila aunque se ha intentado que esa participación aumente mediante el reconocimiento de todas las inversiones hechas en la infraestructura eléctrica durante 25 años. No es un tema tan elemental como se quiere plantear desde la Asamblea. La compra de un activo de tan alto valor como el que representa Electrohuila implicaría el riesgo, ni más ni menos, de regresar a épocas de multimillonarias inversiones con bajos o deficitarios resultados, como las ocurridas a comienzos de los años 90 cuando se habló de “sembrar regalías” a través de creación de empresas de economía mixta, de las cuales la mayoría hoy apenas son un recuerdo. Pero otra cosa completamente distinta es el atractivo de sus ganancias, registradas, entre otros cosas por el alto costo del kilovatio-hora, el más caro del país. Nadie garantiza que el monto de $50.000 millones anuales se mantenga, aumente o disminuya. La pregunta clave: ¿si las finanzas del Departamento van a menguarse, o ya están reducidas por obra y gracia del nuevo régimen de regalías, de dónde saldría la plata para comprar Electrohuila? Pero además, el departamento tendría que conseguir un socio estratégico que actúe como operador. Lo que sí debe descartarse es lo que planteó el autor de la iniciativa, el diputado Raúl Rivera, en cuanto que el reconocimiento de las inversiones hechas en 25 años por el Huila a la empresa sirvan mucho para el propósito de comprarla. Basta decir que esa reclamación apenas está por los $15.000 millones, cifra lejana del valor total de la compañía. Salvo mejores opiniones técnicas financieras, el palo por ahora no parece estar para esta enorme cuchara. “¿Si las finanzas del Departamento van a menguarse, o ya están reducidas por obra y gracia del nuevo régimen de regalías, de dónde saldría la plata para comprar Electrohuila? EDITORIALITO La orden de captura librada contra el ex comisionado de paz Luis Carlos Restrepo, pese a lo polémica, debe ser ejemplarizante. En principio, debe poner la cara, como cualquier ciudadano, y debe rendir cuentas a la justicia, donde podrá defenderse. Asilarse, es otra forma de eludirla.