El sacerdote anglicano Rubén Darío Salazar Gallego fue condenado por acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado y pornografía con persona menor de 18 años, entre otros delitos. “Sometió a una niña de 13 años a distintas conductas sexuales”, dijo la Fiscalía.
Violación, relaciones íntimas con otras personas y videos pornográficos, fueron los vejámenes que una niña de 13 años sufrió a manos del sacerdote anglicano Rubén Darío Salazar Gallego en Neiva.
Las revelaciones fueron hechas por la Fiscalía de Infancia y Adolescencia adscrita al Centro Atención Integral Víctimas de Abuso Sexual (Caivas), en el juicio oral que terminó en condena contra el sacerdote anglicano.
Las pruebas testimoniales sumadas a las científicas y técnicas presentadas por el fiscal, llevaron al juez penal del circuito con funciones de conocimiento a sentenciar a 16 años y 6 meses de prisión a Salazar Gallego, de 37 años de edad.
El togado lo encontró responsable de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, acceso carnal violento agravado, actos sexuales abusivos con menor de 14 años agravado y pornografía con persona menor de 18 años.
El fiscal señaló que Rubén Darío no solo violó a la menor sino que la “obligó a tener relaciones íntimas con otras personas y grabó en video los encuentros sexuales”.
Las autoridades manifestaron que Salazar Gallego perpetró las agresiones sexuales contra la niña aprovechando la relación que tenía con la mamá. “La menor de edad afectada era familiar de una mujer con la que el religioso sostenía un vínculo sentimental”, dijo la Fiscalía.
Agregó que el sacerdote anglicano estuvo a cargo de un despacho parroquial en Neiva entre 2018 y 2019.
El sujeto fue detenido por unidades de la Sijin de la Policía Metropolitana de Neiva, en el barrio El Jardín en el oriente de la capital huilense, que hicieron efectiva la orden de captura en su contra en junio de 2021.
Hechos
Según las investigaciones judiciales, Salazar Gallego desde el mes de febrero del año 2019 hasta el mes de septiembre del año 2020, aprovechándose de su investidura como pastor y familiaridad con la menor en varias oportunidades la accedió sexualmente.
Los investigadores además lograron establecer que además de las agresiones sexuales cometidas a la menor, el sacerdote anglicano concertaba encuentros íntimos con otros hombres, realizando tomas en videos y fotografías de los mismos.