La Nación
Conducta reprochable 1 24 abril, 2024
EDITORIAL

Conducta reprochable

En el Huila están aún frescas las imágenes de la mortandad de peces que hubo a comienzos del año 2008 en pleno embalse de Betania. Se trató de una tragedia ambiental a lo largo de tres semanas que dejó 2.276 toneladas de mojarra cultivadas en jaulones flotantes perdidas y daños económicos para los piscicultores estimados en cerca de $25 mil millones.

12 años después, semejante tragedia ha vuelto a ser recordada por cuenta de un fallo de la Justicia a través del cual se responsabiliza a la multinacional Emgesa de los daños ocasionados.

Lo que básicamente ha establecido la Justicia es que Emgesa hizo prevalecer su propio interés, la de generación de energía, sin importarle la conservación ambiental.

Lo que se dijo desde el principio es que la mortandad de peces se originó por una baja de oxígeno en las aguas del embalse, producto una “inadecuada y negligente” regulación de la represa. “Pese a iniciarse la mortandad, Emgesa en lugar de acceder a las peticiones de mantener la cota o acrecentarla debido a la crisis que se estaba presentando, aumentó las descargas del embalse y bajaron más los niveles, sabiendo lo que estaba sucediendo”, fueron las denuncias en su momento.

Y la Justicia lo ha certificado: “La generación de energía que realizó Emgesa para la época de los hechos fue la causa eficiente de la anoxia (falta de oxígeno) en el embalse de Betania. Así, el único actor que podía evitar la tragedia en las condiciones ambientales en que a esa fecha se encontraba el embalse de Betania era Emgesa dejando de generar con el fin de que no sólo no bajara la cota sino que al margen de ello, los niveles de oxígeno en el agua no se disminuyeran, con los resultados negativos para la actividad piscícola y ambiental que en este proceso se evidenciaron”.

Es francamente reprochable la conducta de Emgesa. Una multinacional como esta, a la que el Huila le abrió sus puertas, debe dar ejemplo en el uso racional de los recursos de protección y conservación ambiental que le vienen impuestos por la Constitución y la ley. Aunque ya pasaron 12 años de esa tragedia ambiental, nunca será tarde para que prevalezca la verdad y se haga justicia.

 

“Lo que básicamente ha establecido la Justicia es que Emgesa hizo prevalecer su propio interés, la de generación de energía, sin importarle la conservación ambiental”