La Nación
Contaminación visual 1 25 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Contaminación visual

Piero Emmanuel Silva Arce

Vallas publicitarias gigantes con rostros sonrientes y logos de los partidos políticos inundan por estos días las calles de Neiva. El 2022 es un año electoral en Colombia, se renueva el poder legislativo y el ejecutivo, quienes aspiran a quedarse con alguna curul ponen sus grandes anuncios en las principales vías de la ciudad. El ejercicio de la política ha venido reduciéndose a una competencia por la publicidad; el marketing es lo más importante porque de esa forma se atrapa a los electores a través de las redes sociales y de campañas de imagen. Logotipos, sonrisas perfectas y mensajes grandilocuentes, pero carentes de profundidad, reducen las campañas a una carrera por vender la mejor cara.

La política no se puede reducir a una simple competencia por la imagen y la publicidad; por el contrario, esta se encuentra más cerca de lo discursivo en un marco de disputa por ideas profundas sobre cómo mejorar el rumbo de las naciones a partir de un análisis del pasado y del presente. En el ejercicio de la política entra en juego la palabra, la elaboración de argumentos para sostener debates y socializar propuestas teniendo en cuenta el nivel local, regional, nacional y global. Se pretende que quienes aspiren a conseguir o a continuar con una curul, puedan plantear sus posturas frente al modelo de sociedad y a las conductas de los que han ocupado estos lugares de representación ciudadana. Asimismo, es importante escuchar sus opiniones sobre los partidos y movimientos políticos que los avalan, ya que algunos de ellos están manchados por años de corrupción y de prácticas que atentan contra el bien público para favorecer el interés privado. El comportamiento de los políticos revela elementos interesantes de analizar en periodos electorales; su pasado debe ser escudriñado de manera que se pueda comparar su discurso con sus acciones y de esta forma obtener elementos para votar.

Si bien las campañas concentran sus esfuerzos en la imagen, como ciudadanos debemos exigir a nuestros representantes responsabilidad ética e intelectual. El espacio de lo público significa la posibilidad de reunión en torno a las disputas por las ideas sobre la sociedad, tiene que ver con el encuentro para escuchar y elaborar argumentos que permitan articular un proyecto común. Por esto, quienes aspiren a los cargos de representación deben procurar hacer esfuerzos no solamente en términos de imagen, sino de ideas. Ojalá haya más profundidad en los planteamientos y menos contaminación visual.