Con el fin de convertirse en embajadores del departamento, los integrantes del Club Huila Runners se preparan cada día. Son 47 corredores, los que durante toda la semana en horas de la noche entrenan en diferentes espacios de la ciudad.
Este año nació el club opita que ha participado en diferentes competencias nacionales. “Somos un club con identidad regional, que se presenta en cada competencia nacional mostrando lo bello que es el Huila y su cultura”, expresó Alexandra Calderón, quien junto a otros cuatro jóvenes lidera la iniciativa.
“También somos un club con inclusión social, dos personas invidentes hacen parte de nuestro club, de nuestra familia y realmente hemos aprendido más de ellos, que ellos de nosotros, son una gran motivación”, añadió Calderón.
Sin limitaciones
Una de ellas es Viviana Casanova Mendoza perdió la vista hace cuatro años, producto de un glaucoma. Hace más de 15 días se unió a Huila Runners y confiesa que formar parte del club le ha cambiado la vida.
“La experiencia ha sido muy buena. Cuando yo veía me gustaba correr, desde que dejé de ver comencé a sentir mucha frustración porque ya no podía hacerlo, ni siquiera caminar rápido. Cuando una persona ciega camina está es atenta de no tropezar, su mente está enfocada en los bordes, en los escalones, en no caerse, en tener cuidado con los carros o las motos y los andenes, entonces correr ya no es posible y deja de ejercitarse”, añadió.
Viviana contó además cómo fue recibida en el equipo de runners. “En Neiva no hay un lugar para personas que no pueden ver para que puedan hacer ejercicio, pero gracias a una persona que conozco me habló de este equipo y cuando llegué me recibieron de una vez, nunca me discriminaron, soy una más del grupo”, expresó la joven de 24 años canta y toca el piano, además de dedicarse a correr tres veces a la semana.
“Soy muy inteligente, yo capto muy rápido todo lo que me explican. El primer día no fue nada fácil, porque tenía una vida muy sedentaria y poco a poco me he sentido muy bien, llena de energía, al otro día despierto con buena actitud, muy feliz”, agregó.
Freddy Rojas Reyes, tiene 54 años y en el 2014 perdió la capacidad de ver, debido a una negligencia médica, hace dos meses decidió empezar a correr, lo hace también tres veces por semana y cuenta que gracias a la actividad física su vida ha cambiado. “Estoy conociendo a muchas personas, y además estoy mejorando mi salud, estoy más dinámico. Emocionalmente también me ha ayudado muchísimo”, afirmó.
Su discapacidad, nunca ha sido un obstáculo para entrenar, correr y vivir siendo feliz. “Parece ilógico, pero desde que quedé ciego soy más feliz, ahora soy mejor persona que cuando veía. Mi deseo de superación es muy grande, ya soy técnico de recursos humanos del Sena y junto con Viviana éramos los únicos ciegos y logramos terminarlo, manejo mi computador, mi celular, no ha sido un obstáculo para seguir adelante. Y el deporte me ayudó a rehabilitarme, me ayudó a demostrarle a las demás personas que, si nosotros podemos ellos también, todo se puede lograr. Nosotros somos un ejemplo, sin necesidad de ver andamos solos por las calles y hacemos nuestras cosas, no hay limitaciones”, manifestó.
“El running es un deporte que terminas amando, porque además de encontrar espacios te premia con personas que acaban convirtiéndose en tu familia; te enseña a amarte, a retarte, a querer superarte y valorarte”, finalizó Calderón.