Germán Palomo García
Desde antes de comenzar este año se dijo que estaría signado por la incertidumbre y esto es lo que estamos observando en los primeros días del 2022. En el campo económico mundial (y local) la inflación es la mayor preocupación, tanto que un periodista de la cadena Fox le preguntó en una rueda de prensa al presidente Joe Biden por este asunto (¿…Y la inflación qué?) y el presidente le respondió indirecta y groseramente sin saber que el micrófono había quedado encendido. En el caso colombiano los incrementos de precios se han generalizado echando por tierra “el incremento histórico” del salario mínimo.
Pero todo esto pasa a segundo plano cuando las bolsas del mundo están experimentando caídas imprevistas por la posible invasión de Rusia a Ucrania, un tema pendiente desde hace mucho rato por la posición estratégica geográfica de este país pues limita con Europa y con Rusia además de que históricamente hay raíces rusas muy fuertes en suelo ucraniano.
Según el diario económico La República, el indicador Nasdaq 100 (que registra los movimientos de las empresas de alta tecnología) muestra su peor comienzo de año; el índice S&P 500 (Standard and Poors) perdió un 10%: la liquidación global de acciones se está acelerando y las pérdidas de valor de mercado de estas en solo el pasado lunes llegaron a casi US$3 billones. De acuerdo con los análisis de expertos en política internacional, la presencia de tropas rusas en la frontera con ucrania busca impedir que Ucrania se afilie a la OTAN que ha sido un propósito expresado por este país no pocas veces y a lo que siempre se opone Rusia por obvias razones; la Organización ha respondido favorablemente anunciando una defensa de su territorio ante la posible invasión y el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden no ha descartado acciones militares. Solicitó, además, la retirada de personal diplomático de Ucrania.
Los efectos económicos de un conflicto bélico en Ucrania serían desastrosos para todos, pero principalmente para Europa. Rusia es su principal proveedor de energía además de ser el primer exportador mundial de trigo. Seguramente todo terminará bien pues aún en plena pandemia no puede complicarse más la situación global. Con el Omicron creciendo aceleradamente llevando las cifras de contagio a los comienzos de la pandemia lo menos que podemos esperar son mayores complicaciones. Por el contrario, el enemigo común es el Covid y a esto tenemos que centrar nuestros esfuerzos para no romper con los procesos de reactivación y recuperación económica mundial. ¡Con esto tenemos suficiente!