Solamente la Gobernadora del Huila sabe las condiciones y la zozobra que ha tenido que vivir durante su primer año de gobierno con un ‘piano a cuestas’ por el ‘fantasma’ de un fallo en su contra por parte de la Procuraduría General de La Nación. Solamente la Gobernadora del Huila sabe las condiciones y la zozobra que ha tenido que vivir durante su primer año de gobierno con un ‘piano a cuestas’ por el ‘fantasma’ de un fallo en su contra por parte de la Procuraduría General de La Nación. Nelson Rojas Osorio LA NACIÓN.NEIVA La semana más agitada de la gobernadora del Huila Cielo González Villa en el 2012 fue sin duda la que acaba de terminar. Luego del fallo de primera instancia que la sancionó y la destituyó por 12 años en el caso de TIG. SA las especulaciones en torno a su futuro en el primer cargo del departamento eran pan de cada día en todos los corrillos políticos del departamento. Sus seguidores encabezados por su equipo de gobierno siempre se mostraron optimistas y aún hoy siguen firmes con la esperanza de que las acciones que emprenderá la mandataria en su defensa pudieran revertir el fallo que la inhabilitó para continuar en el cargo. Ella de igual manera ha defendido su inocencia en los diferentes procesos que ha tenido que sortear y nunca se amilanó ante las fuertes críticas que se generaron desde algunos medios de comunicación y especialmente de columnas de opinión que fueron duras, directas, algunas muy críticas y otras malintencionadas; mientras que en las redes sociales tenía un buen número de defensores, pero también otro tanto de mordaces críticos que rayaban en la ramplonería y la grosería. Llama la atención que siempre en sus presentaciones en público jamás dudó de su presencia en los cuatro años de gobierno y siempre proyectó sus palabras hacia el futuro. Incluso el miércoles, dos días después del famoso fallo, suscribió un convenio en Bogotá junto al alcalde de Neiva Pedro Hernán Suárez para dotar a la capital huilense de cámaras de seguridad. No había necesidad de hablar con ella para conocer que ante la crítica se mostró siempre frentera, pero ante la zozobra del fallo nunca desfalleció en su idea de mantener el control del departamento pese a que eran a veces muy evidentes sus ausencias en diferentes actos por atender en Bogotá los diferentes requerimientos en los entes de control. Oleadas La oleada de especulaciones sobre su posible salida empezaban cualquier día y muchos hasta fecha ponían para determinar qué día saldría el fallo. Hasta que finalmente el viernes de las velitas decembrinas, fuentes de la Procuraduría en Bogotá daban como un hecho la decisión que la sacarían del cargo y era cuestión de esperar la publicación. Conocido el mismo, vino el revuelo, nuevamente por redes sociales, titulares y noticias en radio, prensa y televisión confirmando que por acumulación de sanciones, la gobernadora del Huila Cielo González Villa tendría que dejar el cargo como mandataria. Por primera vez en la historia de las elecciones de dignatarios regionales, un gobernador del Huila tendría que entregar su mando y el Huila se vería abocado a unas elecciones atípicas que además demandarán un alto costo para el erario público. Ella se mostró silenciosa por espacio de 24 horas y luego en un comunicado a la opinión pública declaró que se mostraba respetuosa del fallo, pero anunció que recurrirá a su defensa para continuar al frente de la responsabilidad como mandataria. “Continuaré en el ejercicio legítimo del mandato, pues el Departamento debe y continuará funcionando. De la mano con cada uno de los funcionarios y miembros del gabinete, seguimos trabajando con disciplina, responsabilidad y cumplimiento de nuestras políticas y en la ejecución de nuestro Plan de Desarrollo 2012-2015 ‘Haciendo el Cambio”, anunció en un corto comunicado a la opinión pública. Reiteró la mandataria que: “Como funcionaria pública, siempre me he entregado con dedicación y responsabilidad a las labores encomendadas. El ejercicio de Gobernadora del Huila no ha sido la excepción; prueba de ello son los resultados tangibles del primer año de mandato en obras e inversiones para las comunidades, y un cambio en la gestión de recursos ante el Gobierno Nacional. La defensa Esperan, según los asesores entablar una tutela denunciando violación al debido proceso para que un juez determine revocar la medida tomada por la Procuraduría. Además anuncian una demanda del fallo ante el Concejo de Estado y por otra vía esperan revocar una de las sanciones que sumadas fueron el camino para la inhabilidad. En eso la confianza es máxima según fuentes que conoció LA NACIÓN, ella está plenamente convencida que a través de la tutela logrará detener la medida. Sin embargo otros analistas expresan que será muy difícil bajo el argumento que las decisiones de la Procuraduría se tomaron en derecho y otros creen que vendrán otros fallos que definirían la muerte política de la mandataria regional. De igual manera la gobernadora no ha asistido a actos públicos desde el pasado lunes y tampoco se ha referido al tema en medios de comunicación regionales. Uno de los momentos emotivos más fuertes que vivió el equipo de gobierno fue en el pasado miércoles 12 de diciembre en las instalaciones del Centro de Convenciones José Eustasio Rivera donde muchos esperaban la presencia de la mandataria pero apareció a través de una comunicación virtual donde saludó a los asistentes. Allí decenas de líderes expresaron su respaldo a la dirigente, elogiaron su gestión y rechazaron la medida de la Procuraduría. La rendición de cuentas terminó más en un evento de apoyo a la mandataria que un acto público de informe de gestión. Pero las especulaciones no han parado ya que ahora el tema es quien será el gobernador encargado que definirá el presidente Juan Manuel Santos y quienes integrarán la terna que presentará el Partido de la U para que gobierne el departamento por cerca de dos meses y medios si se confirman las elecciones atípicas. La gobernadora Cielo González Villa termina su primer año de gobierno y siempre estuvo bajo la amenaza de fallos que la sacarían del cargo.Foto LA NACION La oleada de especulaciones sobre su posible salida empezaban cualquier día y muchos hasta fecha ponían para determinar qué día saldría el fallo. Hasta que finalmente el viernes de las velitas decembrinas fuentes de la Procuraduría en Bogotá daban como un hecho la decisión que la sacarían del cargo y era cuestión de esperar la publicación.