Solo una preocupación inmensa por la cultura (de manera especial por la poesía, el arte y la palabra), una tenacidad infinita y una generosidad desmesurada han podido producir la gesta denominada CUATROTABLAS, que tiene cuatro frentes de labor: una formidable revista que en sus quince números y a lo largo de treinta y cinco años nos ha entregado excelentes páginas de nuestras letras huilenses y colombianas; una magnífica colección bibliográfica que con el nombre de Cuadernos Cuatrotablas ha publicado una serie de obras de nuestros mejores escritores; un centro cultural donde se respira arte, poesía, música, abierto a “todo hombre y mujer de palabra”, y un selecto grupo de escritores e intelectuales que mantienen despierta la conciencia de los garzoneños y de los huilenses con actividades como concursos literarios, tertulias, talleres y campañas culturales. Esta faena constituye una verdadera gesta del arte y de la inteligencia.
Al frente de la gesta y a lo largo de esos treinta y cinco años, ha estado un destacado poeta y un perseverante gestor cultural: Amadeo González Triviño. Desde sus años de colegio en el “Simón Bolívar”, se propuso, con algunos compañeros de bachillerato, abrir un espacio para la cultura, “un espacio abierto a la palabra, a la convivencia pacífica”. Tenía entonces la certeza de que “solo se necesitan cuatro tablas para levantar una tarima y cantarle la verdad del amor al pueblo”. Claro que no solo la verdad del amor: también le han cantado otras verdades.
En esta contienda generosa el doctor Amadeo está acompañado hoy por escritores e intelectuales de largo aliento, de igual tesón y de la misma generosidad, como Diego Calle, Manolo Gómez, Henry Vargas, Orlando Cadena, Emiro Garzón, Beatriz Calvo, Juan Guillermo Silva y Mariano Ospina, entre otros.
Ellos, con el liderazgo del doctor Amadeo, conservan encendida la antorcha de la cultura no solo de Garzón sino del Huila y de Colombia, y merecen el más vivo reconocimiento de sus conciudadanos. Rindo mi especial tributo de admiración a esta obra, tan apremiante en esta inevitable “civilización del espectáculo”, y expreso mi más honda gratitud a sus gestores y artífices.
Invito a los huilenses a conocer la magna labor cultural visitando la edición virtual de la revista CUATRO TABLAS y la página Web del Centro Cultural.