La Nación
COLUMNISTAS

Cuentas de cobro dolorosas

En las pasadas elecciones presidenciales el Huila fue el tercer departamento más uribista del país por el gran respaldo dado al candidato del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga. En una democracia sería y madura es impensable que  las regiones que apoyan candidatos perdedores, terminen siendo afectadas por políticas de estado discriminatorias del candidato y los partidos triunfadores. Pero el Huila siente y cree que está siendo discriminado por el gobierno nacional por haber apoyado mayoritariamente al candidato perdedor. Varias son las muestras de esta discriminación. El Huila está excluido de los altos cargos del poder ejecutivo. Ningún huilense asiste hace rato a los consejos de gobierno, porque ni Uribe (al que tanto quieren mis paisanos), ni Santos (al que tan poco aprecian), le han dado un ministerio a un paisano nuestro, diferente de época anteriores en las que se llegó a contar hasta con dos miembros en el gabinete ministerial. Muchos pensarán que esto poco importa pues lo definitivo son los modelos de desarrollo que se sigan y los planes, programas y políticas públicas que se implementen. Pero esta es una visión errada, porque Colombia es uno de los países más centralistas del mundo y el gobiern0o nacional acapara y distribuye el 85% de las rentas de la nación, siendo por tanto muy importante contar con voceros y defensores en el alto gobierno.

Otra muestra de discriminación es la muy escasa inversión en las vías que desembotellan la región y que hace tanto tiempo se construyen a paso de tortuga (la vía al Llano por La Uribe, la Vía a San Vicente del Caguán, las dos carreteras que nos dan salida al Pacífico, la de Pitalito/Isnos/Popayán y la de La Plata/Totoró/Popayán). El ningún interés por conectarnos con El Pacífico y El Atlántico a través de ferrocarril y la navegabilidad del Magdalena desde Neiva con embarcaciones de bajo calado, que mejoraría sustancialmente la competitividad regional, por el menor costo de estos medios de transporte y la menor contaminación que generan. Pero el colmo de un tratamiento despectivo hacia el Huila, se presenta con las decisiones frente a la vía Neiva/Pitalito/Mocoa/San Miguel. De una gran autopista con inversión de cinco billones de pesos, se redujo a una ampliación con inversión de tres billones de pesos, en donde sólo aparece un tramo de doble calzada de 22 kilómetros (creemos que entre Neiva y Campoalegre). Y como para sellar la discriminación, se le ubican dos nuevos peajes quedando la vía con cuatro peajes en el Huila. En promedio uno cada 45 kilómetros. De manera que seremos los huilenses quienes financiaremos la obra.

Habría que incluir muchas otras cosas como el poco cumplimiento con el sector agropecuario en los compromisos adquiridos en la Mesa Nacional Agraria a raíz de los paros pasados, dada la importancia de este sector en el Huila.  Por ejemplo ¿por qué no ha bajado la urea cuando el petróleo que es su principal insumo, se ha reducido en un 60%? Estos temas merecen buenos debates de control político de nuestros parlamentarios, si es que se atreven a enfrentar la prepotencia del gobierno.