La Nación
De admirar e imitar 1 25 abril, 2024
EDITORIAL

De admirar e imitar

Un caso no sólo de admirar sino de imitar es el de Tayu Freyman Lectamo Huitascue, el estudiante del grado once de la Institución Educativa Casa Grande Yu Luucx Pishau del resguardo indígena Juan Tama del municipio de La Plata, que recuperó una fuente hídrica de esta localidad del occidente del Huila.

Fueron en total 1.700 los árboles sembrados alrededor de la laguna El Roble en Santa Leticia de Moscopán por parte del joven Tayu, integrante del resguardo indígena Juan Tama.

El protagonista de esta emotiva historia lo tiene claro: “Para el pueblo Naza son fundamentales los espacios sagrados, porque nos identifica como pueblos que cuidamos la naturaleza, como los protectores de la madre tierra.  Es por eso que mi primer objetivo fue el fortalecimiento de este espacio de 500 metros cuadrados, como forma de identidad”.

Desde el grado noveno, el estudiante Tayu se interesó por el tema ambiental y decidió emprender acciones para recuperar la laguna que estaba en deterioro.

Los docentes del plantel educativo han reconocido su trabajo: “Este estudiante viendo la necesidad de reforestar con árboles nativos de nuestra comunidad, empezó a trabajar un manual de armonía y equilibrio de protección a este espacio,  indicando unas normas naturales, señalando lo que se debe y lo que no se debe hacer, por eso de esta manera el proyecto tiene un sentido muy importante como plan de vida”.

Vale la pena señalar que en la institución educativa del resguardo indígena Juan Tama, los niños, niñas, jóvenes y docentes han sido sensibilizados por la CAM, la máxima autoridad ambiental del Huila, y son acompañados técnicamente en todo lo concerniente a sembrar árboles y la importancia que tienen las especies forestales sembradas.

Lo que ha hecho el joven Tayu por la fuente hídrica de su comunidad debe generar una seria reflexión sobre el aporte ambiental que como ciudadanos huilenses podemos hacer. Cada uno tiene en sus manos la posibilidad de contribuir a la protección de nuestros recursos naturales.

El caso de Tayu deja ver otra cosa: la importancia de inculcar el respeto por la naturaleza en los entornos escolares.