Es la primera investigación oficial que se realiza sobre la fauna arrollada en el Huila y para concientizar a la ciudadanía, a empresas e instituciones, se determinó colectar los animales y disecarlos mediante un proceso de taxidermia.
CATERIN MANCHOLA
La primera investigación científica oficial sobre la fauna arrollada en el Huila y que ya fue publicada en una revista científica, es un trabajo mancomunado entre varias personas y entidades, como la Universidad Corhuila.
Juan Sebastián Arana Rivera y Santiago Gutierrez Quintero estuvieron presentando los resultados del estudio en la Centro Cultural del Banco de la República en Neiva, donde explicaron que la investigación se llevó a cabo en el circuito vial Neiva – Rivera – Campoalegre, tardó tres meses y su objetivo es que las entidades relacionadas con la construcción de la malla vial conozcan las especies que habitan en las zonas aledañas y tomen cartas en el asunto para mitigar los atropellamientos de animales.
Sin desconocer la necesidad del acceso vial, algunos de los impactos ambientales que ocasiona la construcción de carreteras son la fragmentación de ecosistemas, la dispersión de especies, contaminación del agua y suelo, efecto barrera, efecto borde y atropellamiento de la fauna, que es el más visible de todos, entre otros; el estudio se ha centrado precisamente sobre este último aspecto.
“Los proyectos viales son importantes, pero también deben ser responsables en los proyectos ambientales”, expresó Arana Rivera, haciendo énfasis en la insuficiencia actual de pasos silvestres en las vías.
De acuerdo con los investigadores, en solo tres meses se registraron 102 animales colisionados entre aves, reptiles, mamíferos y anfibios. En detalle, la mayor cantidad de muertes se dio en mamíferos y de estos la zarigüeya; en segundo lugar se ubicaron los reptiles, como las iguanas y serpientes.
Arana insistió en que una de las metas es que a través de estos estudios la concesionaria Ruta al Sur que es la encargada de la doble calzada Neiva – Santana Mocoa, implemente medidas de mitigación de tipo estructural y de concientización y sensibilización a la comunidad.
Además de este trabajo, los investigadores también decidieron poner su granito de arena adicional por medio de la construcción de un museo de historia natural, ubicado en Rivera y único en su misión como colección biológica en el Huila.
Le han denominado María Belén Rivera Gualy y presenta en vivo animales que han sido atropellados en las vías del Huila o que han fallecido por diversas causas, pero habiendo pasado por un proceso de taxidermia.
“Dijimos, vamos a colectar los animales y a hacerle un proceso de taxidermia, que consiste en disecarlos. Fue un trabajo arduo donde se tuvo que solicitar permiso ante la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena – CAM”. A través del proyecto están sensibilizando a estudiantes y adultos, destacó.
La esencia del museo es que será móvil y los expertos visitarán los diferentes municipios del Huila para llevar a cabo generación de conciencia ambiental. Las instalaciones fijas serán en Rivera.
Fotos: Sebastián Arana.






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