La Nación
“De desigualdad nadie se ha muerto" 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

“De desigualdad nadie se ha muerto”

Fueron las palabras del representante a la Cámara Abraham Polo Polo, al momento de opinar sobre un proyecto de ley para la creación del Ministerio de la Igualdad, propuesta presentada e impulsada por el Gobierno de Petro para organizar una nueva cartera ministerial, que debía enfrentar la discriminación y exclusión, así como defender a las personas de especial protección.

Las ligeras palabras del Congresista –que representa a las comunidades afro, raizales y palenqueras-, generaron amplia controversia por la evidente ignorancia conceptual de lo que es la desigualdad social, así como el superficial conocimiento sobre su alcance.

Independientemente de la conveniencia o no de crear un nuevo ministerio -adicional a los 18 ya existentes-, la discusión se origina sobre la necesidad de abordar la problemática desde una perspectiva sociológica.

La igualdad y la desigualdad hacen referencia a la forma como se ha distribuido un bien entre la población. El concepto “desigualdad” se refiere a la falta de equilibro o equidad o entre dos o más personas. Abarca la expectativa de vida, la facilidad que tienen los individuos para acceder a la salud, educación o a servicios públicos domiciliarios.

Lo más común es hablar de desigualdad social, económica, educativa o de género, problemáticas que en muchos casos nacen por la pobreza, la discriminación o la exclusión social.

La existencia de desigualdad en una sociedad no es en sí misma la causante de muertes en la población -como si fuera una enfermedad-, pero sí ocasiona consecuencias personales y sociales, como por ejemplo problemas de desnutrición y hambre, situaciones que sí generan fallecimientos. Es decir, la desigualdad es una situación que puede conllevar a la afectación de los niveles mínimos para una existencia digna.

El Gobierno debe enfrentar este fenómeno, no solo enfocado en la creación de un ministerio adicional a los existentes, sino con la implementación de políticas públicas eficaces con las entidades existentes, que tiendan a mejorar la deplorable condición de desigualdad que tiene al país como el segundo más inequitativo de la región.