David Alejandro Rosenthal
Misóginos dicen las feministas y ¿qué más pueden decir? Jeffrey Epstein, Harvey Weinstein y Donald Trump aparecen en fotos, casi que por poco todos juntos. Sin embargo lo que hay de fondo es un tema histórico. Como diría Marx, un motor histórico. Las sociedades actuales además de su característica principal, el consumismo, también se caracterizan por reaccionar de formas paralelas cuando un escándalo sale a la luz.
Epstein, Weinstein y Trump todos ricos y famosos, con un pasado al parecer oscuro con las mujeres. Todos denunciados por acoso sexual, terminó demasiado vigente hoy y por abuso sexual. Pareciera que en las más altas esferas este tema se acallará, pero sin embargo, sigue siendo un tema muy vigente. Pensar en cuantos casos del tipo hay aún sin destapar es un enigma. Enigma como la máquina que utilizaron los nazis para cifrar mensajes en la guerra.
Es difícil creer que no hay una conexión entre estos personajes, uno hoy presidente de el país más importante de America. Pareciera que el nivel de riqueza que ostentaron en su momento los llevó a unos pasadizos avergonzantes que hoy pasan la cuenta a sus meritorios actores. Además de la riqueza, la fama. La fama que les valió tener un perfil tan alto, así como lo quisieron y construyeron. El actual primer mandatario de los Estados Unidos, comparte unas cuantas memorias con los otros acusados, uno ya muerto o tal vez asesinado.
Jeffrey Epstein, quien construyó una fortuna trabajando en inversiones en Nueva York, evidentemente se aprovechó de sus conexiones, principalmente de Ghislaine Maxwell, parte del Jet Set británico, hija de un multimillonario con un oscuro pasado, así como los aquí nombrados. Maxwell fue quien le conseguía las mujeres jóvenes y niñas a Epstein, el cual había sido su novio también. Luego de varios años pasando desapercibido, fue acusado y llevado a juicio, pero solo sería hasta después que se convertiría en un escándalo, a partir de su sospechoso suicidio.
¿Qué información podría revelar Epstein en sus consiguientes juicios? Esta pregunta podría ser la respuesta a su misteriosa muerte. Ahora bien, Harvey Weinstein, quien fue amigo personal de Epstein, hasta que pelearon por una de las jóvenes que reclutaba este para sus “masajes”, es acusado por acoso de alrededor 100 mujeres. Su poder en Hollywood le permitió acceder a innumerables mujeres, claro está, y de incluso no sólo acosar sino obligar a que lo satisficieran.
Donald J. Trump, amigo tanto de Epstein como de Weinstein, de quienes niega haber tenido relación, es acusado por un considerable número de mujeres por abuso y acoso sexual. Otro millonario y miembro del Jet Set, que es acusado de estos hechos. Pero esperen, es el presiente de los Estados Unidos. A diferencia de Epstein y Weinstein, Trump nació con dinero. Su abuelo, “un emigrante” tenía burdeles y además contrabandeaba con whisky, pero esto parece que ya no importa.
Trump hizo parte de la red que Epstein tenía. Una red de prostitución de chicas menores de edad en su mayoría. Una red que traficaba con el futuro de la sociedad y aprovechaba la vulnerabilidad de jóvenes que buscaban en realidad era ayuda. Además Trump acusado por unas 20 mujeres, niega todos los señalamientos. Es una muestra de una estructura de poder entrelazada donde el machismo y sexismo hacen de las suyas, aprovechándose de su aparente posición. Por el momento Trump no ha tenido que vérselas con la ley, más Weinstein ya fue sentenciado a casi 25 años. Sin embargo tuvo tres décadas de impunidad.
En el mundo actual es reprochable el abuso y el acoso. Es algo que el feminismo y la pluralidad han logrado. Cada vez es más inaceptable que perdonas abusen de su poder e influencias para beneficiar su lado más oscuro. Es reprochable violar los derechos de los demás, pero aún quedan muchos delitos impunes.