La Nación
De escudo nacional a emblema subversivo 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

De escudo nacional a emblema subversivo

Nuestra capacidad de asombro no se agota ante el raudal de torpezas y despropósitos en el ejercicio gubernamental. En efecto, candente y crispante por la connotación política que contiene, es que a gobernadores y alcaldes, mandatarios territoriales de elección popular y referentes por excelencia del ordenamiento constitucional de la organización descentralizada de la República, se les catalogue de ‘golpistas blandos’ por el sanedrín que maneja los hilos del gobierno central, a lo que de manera solapada se sumó el presidente Petro, expresándolo con actitud belicosamente ideologizada porque la mayoría de gobernadores y numerosos alcaldes recordaron por twitter que el Escudo Nacional determina la convivencia social bajo principios de Libertad y Orden, cuya guarda y garantía pertenecen al Estado, estimulante llamado a propósito del ‘receso’ del actuar de las fuerzas armadas por el direccionamiento de su comandante supremo embelesado con su pretensión de paz total al precio que sea, forzado a echar reversa con la banda criminal del ’Clan del Golfo’ derogando el cese de hostilidades que les había concedido con disfrazada ingenuidad, que en verdad fue gravísima irresponsabilidad. De hecho, a hoy, quedan vigentes tres de esos cinco pactos de no agresión con criminales, en terca actitud del ejecutivo que los mantiene pese a la ocurrencia de hechos violentos en los territorios donde operan esas estructuras del mal.

De pronto, ante el reclamo de seguridad (garantía de la libertad) por el azote de asesinatos, extorsiones, secuestros y corrupción exacerbados por tanta contemplación y gabelas a los criminales de toda laya, a alguien se le ocurra ripostar que ¡¡De malas!!

A lo mejor, también ¡¡De malas y pueden llorar!! Vociferarán desde altas oficinas y pupitres del congreso si pedimos el cumplimiento de su misión a las fuerzas armadas que, a propósito, son fuerzas del orden.

Estamos abordando estadios incomprensibles e inaceptables de gobierno y política, porque así se trate de izquierdistas, exguerrilleros y mamertos a quienes soportamos en sus formas arrogantes, hostiles y despectivas para dar lugar a la democracia, es obligante que, más allá del ‘arte de gobernar’, asuman maneras respetuosas hacia quienes tienen el sagrado derecho de protestar, disentir y proponer.

Adición: cuánto desgaire personal y misional del gestor de paz con funciones de canciller al desairar a España nacionalizando separatistas vascos (con cuestionamientos judiciales) para engrosar el equipo de campaña de la primera dama. Igual, ‘podemos llorar’.