José Joaquín Cuervo
La decisión para que por primera vez se autorice oficialmente a la Registraduría Nacional del Estado Civil, según lo consultado al Consejo Nacional Electoral de colocar un “sobre nombre”, remoquete, un hipocorístico en lugar del nombre en el tarjetón presidencial tal como lo señala la ley le hacen un flaco favor al candidato presidencial Federico Andrés Gutiérrez Zuluaga, al permitirle nominarse con el sobrenombre de “Fico” en el tarjetón. Pareciera como si la solicitud de poder aparecer como “Fico” en el tarjetón hubiera resultado ser un detalle insulso y superficial, un detalle aparentemente irrelevante que, sin embargo, revela cómo la ley si se puede personalizar y tener preferencias y como la institucionalidad de un gobierno puede apostarle a todo con tal de mantenerse en el poder. Para los gobiernos del estado de opinión no hay cláusulas “pétreas” que valgan, todo es modificable e incluso sustituible.
No estoy de acuerdo con Roy Barreras cuando dice que el nombre fico no significa nada; la ficología, es el estudio de los “ficos” es la ciencia de las algas: (Phycos = Planta marina) signo del gobierno por si y de por sí, las algas son autótrofas, organismo que sorprende por su infinita capacidad de adaptación; algunas especies viven en agua y otras en tierra. Se pueden encontrar en aguas con temperaturas muy bajas y en temperaturas altísimas, se encuentran en agua salada y en agua dulce.
Esa reformas de la ley y de las instituciones (recuerden el cambio de ley de garantías) son a las que se hacen constantes por parte del gobierno Nacional (para nadie es un secreto que el registrador es gobiernista y que la mayoritaria del C.N.E. sigue siendo del partido de gobierno en el que todos deben ser hoy “ficólogos”) ¿A Luis Eduardo Garzón se le permitió llamarse Lucho en el tarjetón para la alcaldía de Bogotá? Recuerdo como testigo de primer orden, que a Luis Jorge Sánchez se le tuvo que cambiar el nombre en la registraduría y agregarle “Pajarito” para poder ser comprensible a los que querían votar a la gobernación en el 2007 por el hijo del “Pájaro” quien a lo mejor se jactaba por distinguirse como buen godo y por haber sido Pájaro o chulavita en tiempos de la violencia política. Cualquiera diría que es la aplicación de la ley y la capacidad interpretativa que tienen nuestros jueces y tribunales, incluso el C.N.E. para moldearla y conceptuarla a favor del mayormente dominante en la escena. La vida política y el país no puede seguir componiéndose de jugaditas y de herramientas de la propaganda.
Si el candidato que con seguridad ganará en primera vuelta para ir a la segunda y enfrentarse con Petro en segunda, es realmente bueno y le comunica al pueblo sus expectativas y deseos, no necesita de ayudas estratégicas del gobierno o de ayudas institucionales que en todo caso podrían romper el equilibrio y la igualdad del que deben gozar todos los candidatos y todos los ciudadanos.