Hay nuevos imperios y emperadores. Emperadores de carne y hueso, con súbditos de carne y hueso que pierden más su libertad en el mundo físico para ser esclavizados en territorios virtuales.
Con bombos y platillos Mark Zuckerberg, un nuevo emperador, está promocionando el metaverso o metauniverso, una gran burbuja virtual que encadenará más a la gente a esos imperios virtuales y sometidos a sus emperadores; que se puede saber cómo empiezan, pero no cómo terminan…pues mutan, se trasforman de manera monstruosamente sin límites. Recordemos que Facebook empezó como una red que creó Mark Zuckerberg para divertir solo a estudiantes de Harvard, para después convertirse en la red social más grande que invadió, junto con otras aplicaciones y dispositivos, no solo la realidad que nos rodea, sino la conciencia de millones y millones de personas que son atadas a estas redes. Ahora, con el metaverso propuesto, las redes sociales serán como los alimentadores hacía ese universo virtual en la cual se invadirá más la realidad de la gente, su vida, su personalidad, su conciencia…al punto que hasta gente real dejará de importar y lo importante será el otro yo virtual que construyamos.
La gente sigue con la expectativa de que los humanos serán controlados por maquinas, por robots ¡No! Nosotros somos ya los robots, automatizados, mecanizados, robotizados, direccionados por esos emperadores para despreciar hasta la propia vida que tenemos. Hay un documental titulado El dilema de las redes sociales, lo pueden ver en Netflix, es muy recomendable verlo, allí hablan los que trabajaron para Facebook, Google, Instagram, Apple, Twitter, programadores que dicen que esperaban que las redes sociales y las aplicaciones fueran como una fuerza para el bien, pero después se dieron cuenta que ellos mismos estaban creando (crearon) una monstruosa virtualidad sin fronteras éticas y morales, en el cual las personas no son vistas como personas, como seres humanos con derechos, sino que son simples datos, son solo una “información” que sirve para potenciar el mercado de consumo y la riqueza de unos pocos, como Mark Zuckerberg. Sí, es cierto, hoy en día es mejor enviar un mensaje electrónico a una persona en cualquier lugar del mundo, que enviarlo por una carta a la antigua; pero el problema no es la velocidad de la tecnología, es la ética y la moral para que nos garanticen nuestra privacidad y nuestros derechos; por ejemplo, el derecho a no ser clonados de manera virtual para ser manipulados por estos emperadores.
Esto dijo un exasesor de Facebook:” El metaverso es una idea perversa y los que están creando eso deberían ir a la cárcel”.