La Nación
“Debatitis” en Concejo y Asamblea 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

“Debatitis” en Concejo y Asamblea

Yilber Leandro Saavedra

Atiborradas de debates de control político están todas las fechas del primer periodo de sesiones en el Concejo de Neiva y la Asamblea del Huila; durante enero y febrero concejales y diputados (como es costumbre cada cuatro años) hacen pasar por las sesiones a la mayoría de secretarios de despacho para generar deliberaciones, unas más profundas que otras, en materia del funcionamiento del ejecutivo, conocer los nuevos funcionarios, los resultados de empalmes y discutir sobre temas varios.

Esa es tradicionalmente la dinámica del primer año; efervescencia, que decrece en la medida en que transcurre el esto del cuatrienio, al punto de terminar con indicadores de debates en cero, como sucedió en el último periodo del año anterior en el Concejo de Neiva.

Bastante le hemos solicitado desde del Observatorio “Concejo y Asamblea Visible” a los corporados que justifiquen muy bien el dinero que se invierte en ellos, recuperando el prestigio, optimizando su producción y asumiendo la representación de los interés de los ciudadanos.

Definitivamente realizar control político; principal función que les ha sido asignada por la ley, es una buena forma de hacer la tarea, elevando a la agenda pública los temas de interés ciudadano. Sin embargo, ¿qué tantos resultados producen estos debates de control?.  Las buenas intenciones de los convocantes o citantes, generalmente se apagan rápidamente. La dinámica es casi siempre la misma; se cita a un debate, se discute durante cuatro o cinco horas, al día siguiente sale en medios de comunicación y después se diluye con otro debate de otro tema.  En masa se crean cuestionarios, intervenciones y promesas que en ocasiones ni la comunidad se entera.

Por su puesto que valoramos de manera positiva este ejercicio, pero definitivamente estas deliberaciones deben tener un seguimiento para evitar que se pierdan en el aire. Las conclusiones o compromisos que entregan al cierre de cada debate los citados, deben ser objeto de seguimiento, establecer un mapa para evaluar en los siguientes 15 días la aplicación de cambios, acciones, y gestiones de mejoramiento. Esto evitaría que suceda lo que tradicionalmente ha pasado, que a los tres meses volvamos a ver los mismos debates con las mismas promesas.

Ya se está haciendo la tarea inicial, que era lograr que diputados y concejales permanezcan en las sesiones. El reto ahora es optimizar el control político, definir tiempos exactos, hacer seguimiento continuo y lograr que las mesas directivas sean en realidad moderadoras de las discusiones.