La Nación
¿Dejamos solo a Retazos Clown? 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

¿Dejamos solo a Retazos Clown?

José Joaquín Cuervo

Federico Nietzsche anunció que para nuestros tiempos ya no habría hechos, habría sólo interpretaciones. Foucault anunció para el siglo XXI que las interpretaciones de los poderosos se constituían ahora en verdades irrefutables. Desafortunadamente y desde entonces   el lenguaje de lo políticamente correcto, de la opinión, constituye el lenguaje de lo jurídicamente verdadero. Los regímenes autoritarios construyen pruebas y acusaciones, construyen propaganda desde su Estado de opinión, el Estado de derecho descubre las pruebas desde la ciencia, desde la verificación y la subsunción de cada hecho dentro del principio de legalidad.

No puede ser antojadiza la decisión de calificar los hechos encontrados o investigados desde la subjetividad del investigador.  Para el caso de Andrés Yara (retazos Clown) habría que no solo probar que realmente fue autor de cada una de las conductas que se le endilgan: concierto para delinquir, hurto calificado y agravado, perturbación de servicio de transporte público y obstrucción de vías públicas, incluso secuestro y tortura. Habría que contextualizar las conductas.

No se puede ignorar que, en medio de las protestas, la población se enfrentó con una policía envalentonada que había sido invitada hacer frente a la población, incluso de ser necesario con el uso de las armas, que se presentaron desaparecidos y hasta ejecuciones extrajudiciales, no podemos olvidar sin más los asesinatos de Javier Ordoñez, de Dilan Cruz, del niño grafitero Diego Felipe Becerra en operativos de la policía en la vía pública. En las solas manifestaciones ciudadanas de 2020, La Policía Nacional de Colombia fue señalada por la muerte de 11 personas durante las manifestaciones que estallaron en septiembre de ese pasado, precisamente en contra de la brutalidad policial.

Muchos de los muchachos que marcharon en el 2021 tuvieron que enfrentarse a una Policía que se oponía a la simple manifestación social, tuvieron que enfrentarse con policías camuflados de civiles, con agentes encubiertos y armados que pretendían causar el caos y la zozobra de anticipación. Para el 2021 de acuerdo con los informes más objetivos, entre el 28 de abril y el 7 de mayo, se registran 47 asesinatos, (sólo 16 en verificación) 963 detenciones arbitrarias, 12 casos de violencia sexual contra mujeres protestantes, 548 desparecidos, de los cuales reaparecieron muchos y otros estaban por verificarse, 28 victimas agredidas en los ojos, 278 agresiones brutales de la Policía. Si bien hubo algunas acciones vandálicas de parte de protestantes de la primera y otras líneas, no puede calificarse de terrorismo y de vandalismo a toda la protesta social.

No se les puede pedir a las protestas tengan un comportamiento completamente pacífico, cuando la Policía cree que está actuando en medio de un verdadero estado de sitio.  Entonces, ¿quién vuelve a protestar? ¿Si es la misma policía la que busca cambiar el cauce de protesta pacífica a protesta violenta?  ¿Cómo manifestarse públicamente si han derogado los delitos políticos, rebelión, sedición y asonada y han sido mudados por los de terrorismo, concierto para delinquir, secuestro y extorsión?  ¿ahora quién podrá defendernos?  ¿Quién querrá protestar por los que menos tienen voz? No todo es vandalismo, no todo es terrorismo, es la respuesta de un pueblo que se quedó solo en un periodo en el que no hemos tenido de nuestra parte a la Defensoría del pueblo, al Ministerio público. ¿Dejamos solo a retazos clown?