Por: Piero Emmanuel Silva Arce
La semana pasada salió a la luz pública una grabación de Nidia Guzmán donde se vuelve a evidenciar la grave crisis institucional de la Universidad Surcolombiana. Los hechos demuestran de manera contundente la ilegitimidad de la terna de aspirantes a la rectoría de la USCO, escogida por un Consejo Superior Universitario amañado y servil a los intereses privados de la región. En este panorama, no es pertinente continuar con el proceso electoral a la rectoría; los candidatos y la candidata, en un acto de dignidad, deberían renunciar y darle paso a la comunidad académica para que sea esta la que tome las riendas de una universidad que se encuentra en el fango.
La institucionalidad está tan podrida por dentro y la crisis es tan honda que el proceso de consulta estamentaria es improcedente; cuando una comunidad llega a tal punto de degradación es necesaria una reconfiguración desde la raíz, donde en un proceso amplio, deliberativo y democrático se vuelvan a erigir las estructuras institucionales. De fondo, el video de la aspirante Nidia Guzmán y los otros audios revelados en el último año, donde también, presuntamente, se escucha la voz del otro aspirante, Nelson Gutiérrez, y otras personas, evidencia una trama de intereses perversos en el actual proceso electoral que revelan la inexistencia de un horizonte científico y ético capaz de orientar el rumbo de la Universidad en el marco de las necesidades concretas de la región surcolombiana.
La fuerza vital se ha volcado al apoyo de diferentes candidaturas dejando al descubierto una sociedad marginada, huérfana y carente de autonomía. Muchos recurren a estos aspirantes con la esperanza de conseguir algún trabajo en un entorno donde las élites políticas y económicas nos han condenado a la precariedad en materia de derechos fundamentales; otros buscan perpetuar su poder para favorecer sus negocios y sus mezquinos bolsillos, dándole contra el mundo al interés general, moliendo a varillazos la academia, hurgando y metiendo los dedos hasta el fondo, tratando de arañar el trozo más grande del pastel.
Es momento de convocarnos; estudiantes, docentes, egresados, administrativos reunámonos para salvar a la Universidad. El sentido de lo público debe prevalecer si se quiere comenzar a salir del atraso; no podemos seguir permitiendo que grupos privilegiados continúen arrasando con los recursos de toda la ciudadanía. Ternados, renuncien y únanse a un nuevo proceso de reconfiguración de la Universidad; es urgente la constitución de una asamblea universitaria para salir de esta crisis. Constituyente Universitaria y Voto en Blanco Ya.