La Nación
Democracia a la colombiana 1 28 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Democracia a la colombiana

Edelberto de la Ossa Chávez

 

El poder político en Colombia tiene varias connotaciones formales, la primera que los ciudadanos tenemos derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del mismo; la segunda el derecho a fundar, organizar y desarrollar partidos y movimiento políticos, y la libertad de afiliarse a ellos o de retirarse.  Visto de esa forma, podemos decir que en nuestro país existe una verdadera democracia, pero como dice el refrán popular: “del dicho al trecho hay mucha distancia”, en la práctica no es así; revisemos, porque esta situación nos lleva a concluir que el pueblo no esté representado en las altas esferas del gobierno nacional, donde se toman las grandes decisiones del país, que benefician a unos cuantos, excluyendo a la población vulnerable de nuestras comunidades.

Las afirmaciones anteriores, la podemos resolver contestándonos varias preguntas, pero antes quiero compartir, la definición de democracia que nos trae el pensador liberal y destacado economista austro-estadounidense, ministro de finanza en Austria (1919-1920) y profesor de la Universidad de Harvard desde 1932 hasta su muerte, Joseph Schumpeter:” Por ejemplo, la democracia no es el gobierno del pueblo para el pueblo, y tampoco es una forma indirecta de garantizar la representatividad popular, sino un simple método competitivo para elegir a quienes detentan el poder, a quienes toman decisiones públicas”, ahora sí, hagámonos las preguntas: ¿ Existe en Colombia una verdadera democracia? ¿Participa verdaderamente los ciudadanos en la conformación, ejercicio y control político? ¿El ciudadano puede elegir y ser elegido? ¿El ciudadano puede pertenecer y retirarse libremente a un partido o movimiento político?

Estoy seguro que si realizamos una verdadera encuesta, a un gran número de habitantes, en sus territorios, donde el Estado no llega y cuando llega lo hace a media, la respuesta va hacer un no rotundo y unánime, pero sustentemos la afirmación.

El ciudadano vota: ¿por quién? Por la o las personas que escogen los partidos o movimientos políticos, es decir, ellos dan el aval, indican quienes aspira y quienes no, así de simple, sin consultar con sus bases, con los ciudadanos afiliados, en la práctica no existe el derecho de elegir y ser elegido, porque simplemente los partidos y movimientos políticos ordenan a quien vamos a elegir, lo que se convierte en una practica antidemocrática.

Lo segundo, la persona elegida sale con sus propios esfuerzos, los partidos o movimientos políticos no ayudan, no aporta nada, después la curul o el empleo unipersonal (alcalde, Gobernadores y presidente y vicepresidente de la república), pertenece al partido, consideramos que no es cierto, como dice la norma constitucional, que el ciudadano tiene la libertad de retirase de una agrupación política, porque si lo hace, ella se queda con la curul, cuando solo aporto fue el aval y lo dejo echado a su suerte, ni siquiera le devuelven, el valor del voto autorizado por el Estado y lo remplaza otra persona, que nada tiene que ver con los electores del elegido, la curul debe pertenecer a la comunidad que eligió al ciudadano; para que agrupaciones políticas?, nos preguntamos. Otra practica antidemocrática.

Tercero, no debe existir restricción alguna para que un ciudadano haga uso del legítimo derecho constitucional y fundamental, de aspirar a un cargo de elección popular, y sea favorecido con el voto de sus conciudadanos y hacer parte del poder político del estado e igualmente tener la libertad de retirase de un partido político y llevarse consigo su curul; son desarrollo legales, que necesitas los derechos invocados en el inciso primero de este escrito y derogar normas que le sean contrarias, eso puede permitir que personas elegidas por diferentes agrupaciones políticas, en el ejercicio de ese mandato, se entienda ideológicamente o coincida con los fines esenciales del estado y forme un nuevo movimiento político o voten los proyectos, en beneficio de las comunidades menos favorecidas y no estén atados a sentimientos o caprichos de personas que ostenta el poder político, amparados por un movimientos o partido político, desconectado de la realidad del país.

Cuarto, en el congreso de la república, cursa un proyecto de ley de reforma electoral, aunque no resuelve nada, para el buen funcionamiento de la democracia, por lo menos podría aprovecharse para dejar en libertad a los miembros de las corporaciones públicas, para que se retiren de los partidos políticos y se acomoden donde quiera, de acuerdo a su leal saber y entender, además, que cualquier ciudadano pueda aspirar sin necesidad de aval de los partidos político, hagan ese ejercicio, a ver como se restauran las fuerzas democráticas en las próximas contiendas electoral.

Por último, existen muchos partidos y movimientos políticos en Colombia, que en el fondo le hacen daño a la democracia, porque no cumplen con su objetivo y se convierten en una tienda de avales; no debiera existir mas de 5 partidos o movimientos políticos y uno de independientes que puedan aspirar sin ninguna clase de aval, hay que depurar la democracia y entonces se cumplirá el binomio gobierno – oposición y existiría un mayor control político.

Hasta una próxima oportunidad.