Un allanamiento al parecer ilegal, golpes a una mujer y daños en los vidrios de la casa, habrían sido cometidos por patrulleros de la Policía de la estación del municipio de Aipe. Los presuntos abusos ocurrieron en una finca de la vereda Vina de San José. La Policía Metropolitana de Neiva no se ha pronunciado al respecto.
Rafael Rodríguez C.
Una mujer con un hematoma en uno de sus senos, un hombre arañado en la cara, vidrios rotos y al parecer dinero desaparecido, fue el resultado de un procedimiento al parecer de patrulleros de la estación de Policía en el municipio de Aipe.
El presunto abuso de los uniformados fue denunciado ante la Fiscalía por la familia Vanegas Caviedes, quienes residen en la finca Villa Alejandra en la vereda Vina de San José en la Capital Petrolera del Huila.
La familia a través de su abogado denunció penalmente al comandante de la estación policial, Juan Miguel Vásquez y el patrullero Andrés Barrios, entre otros uniformados que habrían participado en el presunto operativo adelantado el pasado 4 de diciembre de 2020 en la finca.
Los efectivos deberán responder ante la justicia por los presuntos delitos de violación de habitación ajena por servidor público, daño en bien ajeno agravado y lesiones personales.
Allanamiento ilegal
El presunto abuso de autoridad a la familia, se habría originado cuando un grupo de uniformados estaba buscando a Oiden Vanegas Sánchez, quien presuntamente agredió a un uniformado en el caserío.
En la denuncia, la familia señaló que, hacia las 7:30 de la noche del viernes 4 de diciembre del 2020, Vanegas Sánchez en compañía de su hijo menor, se encontraba en el caserío de la veda Vina San José entregando unos tamales que le habían encargado.
Agregaron que cuando el hombre llegó al establecimiento comercial de su hermano Luis Felipe y su cuñada Soleidy Ramírez, tuvo una discusión con una persona que intentó robarle la billetera. “Se agredieron verbalmente, Soleidy y otras personas empezaron a lanzarle botellas e insultar a Oiden…”.
Vanegas Sánchez, quien partió una mesa y fue sacado del establecimiento por su hermano Luis Felipe, siguió en el caserío cobrando el dinero de los tamales que le debían en una tienda, donde tomó una cerveza y llegaron dos policías en compañía de un hermano de su cuñada a cobrarle 200 mil pesos por la mesa. “Oiden manifestó que la pagaba por cuotas, lo intentaron esposar y subir a la patrulla, pero él huyó”, señala la denuncia.
Rompieron vidrios
Sostiene la familia del hombre, que hacia las diez de la noche un grupo de policías llegó a la finca en busca de Oiden, señalando que había herido con un arma blanca a un policía. “Entraron arbitrariamente a la finca, rompieron las cadenas y el candado del portón, al no encontrarlo se fueron”.
Una hora después, once de la noche, un nuevo grupo de policías arribó a la finca y la familia Vanegas Caviedes vivió un calvario. “Los policías lanzaron piedras a la vivienda rompiendo los vidrios de la misma, forzando la puerta principal para ingresar aduciendo que estaban buscando a Oider Vanegas, manifestando de manera grosera que María Irma Gutiérrez y San Patricia Caviedes lo tenían escondido…”, precisa la denuncia penal contra los uniformados.
Los patrulleros, no contentos con romper los vidrios y agredir al parecer verbal y físicamente a las mujeres y el menor de edad que se encontraba en la casa, violentaron las chapas de la casa. “Violaron las chapas ingresando al inmueble con la excusa de buscar a Oiden Vanegas, fueron destruyendo a su paso todo lo que se encontraban (armarios, colchones), tirando los enseres de la cocina, baño, ropa y dañando una motocicleta de placa KYC-26F, se llevaron el SOAT y tarjeta de propiedad”, manifestaron en el documento.
Sostuvo la familia que uno de los patrulleros obligó a la esposa de Oiden, Sandra Patricia a llamarlo telefónicamente, “cuando éste contestó el policía le indicó que se entregara de lo contrario capturarían a María Irma Ramírez y Sandra Patricia por porte ilegal de armas y que los menores los ponían a disposición del bienestar familiar”.
Los uniformados al parecer no contestos con el abuso de autoridad que estaban ejerciendo, golpearon a una mujer para quitarle el teléfono celular. “La agente de la policía que estaba custodiando a las mujeres, agredió físicamente a María Irma Ramírez, por quitarle el teléfono ya que iba a grabar…”. María fue golpeada en el seno izquierdo.
La familia sostuvo además que una vez los policías se fueron de la casa, revisaron el inmueble y no encontraron $2.570.000 en efectivo que tenían.