Y es que la situación que se registra en la comunidad educativa obedece a la falta de transporte que ya completa dos meses, lo cual ha generado la deserción de más de 30 estudiantes, quienes decidieron guardar sus libros para ponerse las botas y trabajar el campo.
La razón, llegar al colegio les implicaría más de tres horas de camino a pie, situación que no pudieron soportar.
Y los que logran llegar, entran cansados y con hambre, pues a esta situación también se suma el cierre del restaurante escolar el cual otorgaba los desayunos y almuerzos a la población estudiantil.
Dos problemáticas críticas por la cual estudiantes, padres de familia y docentes, a través de un plantón, decidieron llamar la atención de la Secretaría de Educación en cabeza de Aldemar Macías, para buscar una solución negociada a lo que se vive en las 12 sedes de la Institución Educativa San Antonio de Anaconia y su sede principal, ubicada a una hora de camino destapado de la capital huilense.
La denuncia
Y es que de acuerdo con José Humberto Delbasto Cutiva, rector encargado de la Institución Educativa San Antonio de Anoconia, la institución no cuenta con el servicio de transporte y restaurante escolar desde finales del mes de mayo.
Éste no se ha restablecido y gran parte de la comunidad estudiantil llega desde veredas lejanas distantes a más de una hora de recorrido.
El rector encargado, explica que las distancias son tan grandes entre las veredas que, cuando se tiene el servicio de transporte, existen casos en los que la ruta escolar los deja en un punto determinado y de ahí en adelante tiene que caminar hasta dos horas más.
“Esa es la problemática de los niños. El complemento alimenticio no lo tienen, y muchos de ellos pasan el día sin consumir alimentos”, comentó.
Buscando soluciones
Ante esta situación, José Humberto Delbasto Cutiva, contó a LA NACIÓN, que desde la Secretaría de Educación de Neiva, están aunando esfuerzos para la aprobación de vigencias futuras, para poder hacer la contratación y evitar que se presente estas irregularidades en lo que queda del año académico.
“La comunidad está expectante, pues la situación es bastante crítica. La institución tiene un total de 12 sedes las cuales están en pésimas condiciones. Allí se dictan clases hasta grado quinto, luego los estudiantes tienen que llegar hasta San Antonio de Anaconia, donde reciben su educación secundaria. En la sede Palacio y Palestina, allá tampoco tienen servicio de transporte escolar. En las 12 sedes activas no hay servicio de restaurante”, anotó.
De hecho, los docentes son conscientes y críticos al afirmar que no hay cuerpo que aguante, una jornada de más de seis horas sin comer.
Los estudiantes inician su jornada académica a las 7:00 de la mañana y terminan a la 1:00 de la tarde, hora a la que salen a sus casas a comer. En realidad, un estudiante pueda estar desayunando y almorzando, a eso de las cinco de la tarde.
La situación es tan crítica que una posible solución que han propuesto en su momento las directivas de la institución es que los adolescentes se queden en San Antonio durante la semana académica y retornen a sus casas para el fin de semana. Sin embargo, no es tan fácil.
“Lastimosamente no hay un sitio adecuado y de confianza para los padres de familia. Algunos han optado por conseguirle motos a los hijos, otros han desertado, pues las distancias son grandes y económicamente no pueden cubrir esa necesidad”, cuenta el rector.
Deserción
Con semejante panorama, según el rector de la Institución de San Antonio de Anaconia, hasta el momento han desertado más de 30 estudiantes que van desde los grados de sexto a once. La sede principal tiene en totalidad 198 estudiantes.
Es por eso que los padres de familia, viendo la necesidad apremiante de contar con un servicio transporte y restaurante escolar decidieron suspender la jornada académica con el propósito de llamar la atención de las autoridades competentes y así buscarle una solución a la situación que se viene registrando desde el mes de mayo.
Además, han exigido la presencia del Secretario de Educación del Municipio de Neiva, con el propósito de que ofrezca alguna opción.
“El secretario de Educación, Aldemar Macías, en un principio los invitó al despacho a dialogar, pero estos querían que visitara la institución para que conociera de primera mano la precaria situación por la que están pasando los estudiantes”, señaló el rector del Basto.
Y es que algunas de las sedes están construidas en tablas y bahareque, infraestructura que está totalmente vieja. Aunque la idea es que a futuro se construya en otro material, para eso, primero se tienen que legalizar ocho sedes que aún no tienen escritura pública. Una vez se surta este proceso la Alcaldía puede invertir recursos para su mejoramiento.
La odisea de los alumnos
Elizabeth Murillo Ramírez, por ejemplo, curso grado décimo, llegó a estudiar a la sede principal en enero, pues el resto de su formación académica la adelantó en la sede de Palacio, distante a una hora del centro poblado.
Ella es una de las afectadas, vive lejos de la institución educativa y no tiene transporte. Dice que si lo hiciera a pie, se tardaría alrededor de cuatro horas en llegar a su destino.
Añade que su salvación ha sido un compañero, quien la recoge a unos cuantos kilómetros de su casa. “El recorrido en motocicleta dura alrededor de una hora. Sin embargo el peligro es mayor. La carretera no es la mejor y si llueve toca esperar, hay que tener cuidado para no llegar sucios”.
Elizabeth Murillo, todos los días tiene que levantarse a las cinco de la mañana, y asegura que a esa hora no come nada, pues su organismo no se lo tolera por lo que prefiere permanecer en ayunas. Incluso pasar hambre pues no todas las veces sus padres pueden darle para el recreo.
A la hora del almuerzo tiene que pagar 4 mil pesos por la comida que una mujer les prepara dado que tampoco cuentan con el restaurante escolar. Es caro, asegura la joven, y si no hay plata les toca esperar hasta el regreso a casa.
Lesly Torres Angarita, es la personera estudiantil, detalla que a raíz de la situación que está viviendo, son muchos los estudiantes que no han vuelto a clases.
“Sí juntáramos a los estudiantes que se han ido prácticamente es un aula completa la que ha desertado. Eso es delicado. Lo más doloroso es que el Gobierno dice que le apuesta a la educación pero a los sectores apartados de la geografía colombiana nos tienen marginados”.
La Personera estudiantil, contó a LA NACIÓN, que en diálogo sostenido con el secretario de Educación Aldemar Macías, en el que participaron padres de familia, docentes y estudiantes; éste se comprometió a más tardar en 15 días a darle solución a la problemática del transporte y restaurante escolar.
Sin embargo, la líder estudiantil asegura que no solamente tienen estos dos problemas. Hay más, y también son necesarios buscarles una solución.
“Tenemos ocho sedes educativas sin escrituras, las cuales hay que legalizar para poder invertir en ellas”, detalló Torres Angarita.
Janier Sneider Betancourt, es otros de los estudiantes afectados y cuenta que los almuerzos a la mayoría le toca fiarlos, mientras el fin de semana sus padres bajan al pueblo y los pagan.
Derecho a la protesta
Lorena Tovar Ruiz, la docente de Humanidades y Lenguas Castellanas, advierte que hay un déficit ante estas dos problemáticas ya mencionadas. Eso llevó a que los estudiantes de escasos recursos guardaran sus libros y se pusieran las botas para trabajar el campo.
“No solamente estamos sufriendo por estos dos aspectos. Tenemos una infraestructura precaria. Faltan elementos básicos para un buen desarrollo intelectual, formación integral. La biblioteca no es la mejor, no contamos con una batería sanitaria la cual es fundamental para la población escolar”, comenta la docente.
Ante la situación vivida hace una semana en la que estudiantes y padres de familia decidieron tomarse las vías de hecho, recalca que estos estaban en todo su derecho en manifestarse.
“Fue una manifestación con cultura, por una mejor educación. Necesitamos que los estudiantes lleguen con ánimo a estudiar, a prender para así mejorar sus competencias”.
La comunidad en general de San Antonio de Anaconia, espera que con las ayudas que se plantearon, se logre mejorar la calidad educativa de la región.
Ante esta crítica situación han desertado más de 30 estudiantes de diferentes grados de la secundaria.
La Institución Educativa de San Antonio de Anaconia, tiene múltiples necesidades entre esas donde funciona el restaurante está a punto de caerse.
Los afectados exigen una pronta solución pues muchos tienen que caminar más de 2 horas para llegar a clases.
Padres de familia y estudiantes decidieron hacer un plantón para buscar soluciones rápidas a la situación.