La mañana de este jueves 2 de febrero fue liberado el excongresista Odín Sánchez Montes de Oca quien permanecía secuestrado en manos de la guerrilla del ELN desde el pasado 3 de abril del 2016. Sus familiares en medio de la alegría confirmaron su buen estado de salud y que habían pagado por su liberación.
Odín estaba custodiado por varios guerrilleros fuertemente armados, antes de su liberación tuvo la oportunidad de hablar con varios medios de comunicación donde aseguró que está bien, feliz por regresar a la libertad, pero que sus allegados pagaron una fuerte suma de dinero por dejarlo ir.
El hombre de 62 años de edad se notaba un poco afligido, muy flaco, acabado y con las secuelas visibles en su rostro de los más de 10 meses que permaneció privado de la libertad en la selva.
Esta mañana el ELN lo dejó ir como lo había anunciado, en un paraje cerca al río Baudó, en zona rural del departamento del Chocó. "El ELN cumple su palabra de liberar a Odín Sánchez (…) El 31 de enero comenzó el protocolo de liberación, el primero de febrero se suspendieron las operaciones militares, y mañana vendrán los delegados de los países garantes, dos miembros de la delegación de paz del ELN, uno del Gobierno y dos del CICR", dijo a RCN Radio alias ‘Uriel’, líder de grupo que tiene a Sánchez.
Agregó que después de una revisión médica del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Odín sería entregado a su familia. El insurgente dijo, sin embargo, que el congresista está bien de salud, aunque advirtió que los médicos del Eln lo han atendido porque "tiene problemas de úlcera, la afección en el colon se le agudizó, la hipertensión y el estrés también con tanta especulación, pero ya que sabe oficialmente que el protocolo es cierto ha mejorado con la expectativa de quedar libre".
Con alguna dificultad Odín abordó un helicóptero que lo llevó desde las selvas del Chocó a Quibdó, en donde lo estaban esperando sus seres queridos con carteles, música y mucha alegría.
El ELN y el Gobierno anunciaron hace diez meses que iniciarían una negociación de paz en Quito, pero la mesa de diálogo no se ha podido instalar porque esta guerrilla no ha dejado en libertad a los secuestrados que tiene en su poder, una exigencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
Ahora que el grupo insurgente cumplió seguirá en firme el proceso de paz con el cual los colombianos esperan que se acabe el conflicto armado que por varias décadas ha dejado miles de muertos.
“Durante estos cuatro años y seis meses en que nos correspondió vivir el doloroso y tortuoso proceso del secuestro y liberación de nuestros seres queridos (Patrocinio y Odín), este último hoy de regreso a nuestra familia y al seno de su hogar”, indicó la familia del ex secuestrado en un comunicado.