Hoy la revolución de la danza exige un nuevo retorno a las tradiciones ancestrales suspendidas y extraviadas, y se escribe en negrita y en mayúscula la necesidad de conservar nuestros valores autóctonos, ejerciendo una revolución en medio de los jóvenes y niños de hoy, que nada quieren saber de sus raíces autóctonas y verdaderas. Hoy la revolución de la danza exige un nuevo retorno a las tradiciones ancestrales suspendidas y extraviadas, y se escribe en negrita y en mayúscula la necesidad de conservar nuestros valores autóctonos, ejerciendo una revolución en medio de los jóvenes y niños de hoy, que nada quieren saber de sus raíces autóctonas y verdaderas. Fausto Sánchez Especial LA NACION Hoy se celebra a nivel mundial el Día de la Danza por designación de la Unesco para elogiar la excelente labor de Noverre, el revolucionario del clásico, nacido un 29 de abril de 1727 en Francia, quien entre muchas labores que enmarcaron su tarea está la danza académica, desechó los vestidos abultados y poco prácticos al momento de la escena. Y si de revolución dancística se trata, en Colombia se ha vivido con mucha intensidad etapas que a propósito de esta celebración habría que subrayar sin lugar a dudas. Primer paso Jacinto Jaramillo entrega un primer cuadro de danza folclórica en su patria colombiana, cuando aquí solo se conocía lo que nos venía de afuera por medio de operetas y zarzuelas, enfrentando una verdadera revolución escénica enmarcada entre recumbambeos, escobillados y pivoteos, nombres de pasos entregados por Jaramillo al final de sus hermosas investigaciones que arrojaron la primera planimetría de un bambuco en Colombia. Lo ancestral Después de lo folclórico llegaría quien “contaminara” la escena dancística auténtica y de carácter “puro ancestral” apoyado en el transito en el país de Kiril Pikieris, Jaime Orozco, quien afirma haberse tirado el folclore insertando posturas del ballet en nuestros bambucos, torbellinos y guabinas, generando toda una revolución que se mantiene hoy en día en el territorio nacional. Sonia Osorio (Q.E.P.D.) del Ballet de Colombia, Fernando Urbina del Ballet Tierra Colombiana, Julián Hincapie del Ballet Folclórico de Antioquia, entre muchos otros, han generado una verdadera revolución de la danza colombiana que ha traspasado límites fronterizos y han cautivado el mundo entero, incluso en países que por momentos no sabían más de nuestra patria, sino lo que estas organizaciones llevaban con esfuerzos inmensos. Las técnicas en el Huila En el Huila la revolución de la danza se dio con la aparición de las nuevas técnicas de danza que se divorciaron del tan querido Sanjuanero Huilense de Anselmo y de las reinas; de nuevos colores en los vestidos cuando solo se tenía como referente el vestido de nuestros abuelos y maestros bailarines del bambuco tradicional. Cuando apareció la danza actual (mal llamada moderna) en grupos que exhibían mucha fuerza, mujeres hermosas, hombres con una agilidad tremenda y hasta una gran sensualidad, motivo de escándalo en los primeros abuelos. Nombres como Alfonso Vargas, Álvaro Vargas, Julio Silva, Carlos Flores, Sonia Gómez, Rodrigo Silva, y Fausto Sánchez (modestia aparte) entre otros muchos (imposible mencionarlos a todos), marcaron la verdadera revolución de la danza en el departamento, y exportaron nuestras riquezas al exterior, contándose más 20 países que son testigos de que en Colombia existe un departamento que se llama Huila, y que la capital del Huila es la cuna del festival más grande y hermoso en el suroccidente colombiano y uno de los más relevantes en Colombia. Retorno a las tradiciones Hoy la revolución de la danza exige un nuevo retorno a las tradiciones ancestrales suspendidas y extraviadas, y se escribe en negrita y en mayúscula la necesidad de conservar nuestros valores autóctonos, ejerciendo una revolución en medio de los jóvenes y niños de hoy, que nada quieren saber de sus raíces autóctonas y verdaderas. Así como debe escribirse en esta celebración el nombre de doña Inés García de Durán Q.E.P.D. a quién se le conociera el primer grupo de danza en este territorio huilense, al lado de quién dirigiera en el extinto Instituto Huilense de Cultura y Turismo del Huila, la primera y única escuela de danza, de carácter oficial en el departamento: El maestro Humberto Garzón. Está de fiesta La danza hoy 29 de abril está de fiesta… felicidades a todos y todas, a los seres y personas que todos sus amaneceres los dedican a soñar con un futuro mejor, mediante el estudio, la investigación y la proyección de la modalidad del arte más aceptada en la humanidad, que rompe los límites de los idiomas y las lenguas y que permite la interacción mundial de los seres vivos: LA DANZA.