La Nación
EDITORIAL

Día rosa

Si no ocurre nada extraordinario, hoy el mundo ciclístico se vestirá de amarillo, azul y rojo, y nuestro país de rosa entero por la contundente victoria del joven boyacense Nairo Alexander Quintana Rojas en el Giro de Italia, una de las tres más importantes competencias del pedal en el planeta, al lado del Tour de Francia y la Vuelta a España. Y por supuesto, por el subcampeonato de otro colombiano, de Antioquia, Rigoberto Urán Urán, quien obtiene ese segundo lugar por segundo año consecutivo en la misma prueba.

Y no se trata de momentos, de coyunturas o de casualidades: los dos pedalistas nacionales llevan ya tres años de participaciones esplendorosas en grandes competencias, como quiera que el año pasado Nairo fue segundo en el Tour, Rigoberto segundo en el mismo Giro y el mismo paisa ganó medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en lo que pudo ser oro pero un despiste final lo relegó al subcampeonato. Nairo, tres años menor que Rigo (nació en 1990) confirma así sus dotes no solo de mejor escalador del mundo sino de ciclista completo, con clase y categoría, que en las etapas del jueves y viernes despejó cualquier duda malsana acerca de su liderato obtenido bajo el frío y la nieve alpinos; Rigoberto, un antioqueño con orígenes igual de humildes a los del boyacense, también ha dado elocuentes demostraciones de su capacidad ganando una contra reloj plana, aguantando el poderoso paso de su compatriota en las montañas y ratificando su clase mundial.

Y al lado de ellos uno más pequeño de estatura que Nairo, el paisa Julián David Arredondo Moreno, que ha ganado sin discusión la camiseta azul de la montaña. Y otro más, Fabio Andrés Duarte Arévalo, que se batió en las montañas logrando dos segundos lugares con el combinado nacional Team Colombia.

El Giro italiano de 2014 será recordado en la historia como la consolidación plena de nuestro país en el circuito ciclístico del mundo, desde aquellas gestas heroicas –llenas más de exotismo y valentía que de técnica y preparación– de Lucho Herrera, Fabio Parra, Patrocinio Jiménez, Martín Ramírez y demás “escarabajos” inocentes y noveles que, con una mezcla de timidez y miedo, se asomaban al Viejo Mundo a pelear codo a codo con Hinault, Fignon y otros monos ojiazules en los años 80. Y más atrás el gran “Cochise” Rodríguez, quizá el ciclista más completo que haya dado el país pero, lastimosamente, tan fuera de su época que debió someterse a ser gregario de hombres europeos que eran menores que él en capacidad deportiva.

Nairo y Rigoberto, de equipos extranjeros distintos pero hechos a pulso en las mismas agrestes carreteras colombianas, nos darán hoy uno de los más grandes triunfos del deporte nacional en la historia. El ciclismo colombiano ha vuelto por sus fueros, ahora con mayor capacidad técnica y respaldo de los grandes equipos del mundo.
Lucho ganó la Vuelta a España, Nairo ahora el Giro, solo falta el Tour. Ya vendrá.

“El ciclismo colombiano ha vuelto por sus fueros, ahora con mayor capacidad técnica y respaldo de los grandes equipos del mundo”.

Editorialito

Un documentado informe del diario El Tiempo reveló que en casas y calles de San Agustín se están vendiendo, sin control alguno, el patrimonio representando en piezas de piedra, cerámica y otros elementos, que son ofrecidos a turistas y traficantes.