El Régimen impuso la reforma tributaria. Fue diseñada para proteger los intereses del capital, como lo ordena la dictadura financiera-oligopólica internacional, bajo el eufemismo de Economía de Mercado. Este es el modelo económico-financiero que convirtió todos los bienes y servicios en mercancías, cuyo fin único es producir utilidades para garantizar la acumulación de capital en pocas manos, usufructuarias del poder político y económico. El resto son simples consumidores a través de los cuales se obtienen las ganancias.
Es la verdad monda y lironda, que debería entender todo ciudadano, huérfano de poder y que somos más del 80% de colombianos. Debemos entenderlo, para cuando el lisonjero, taimado y perverso politiquero (son todos), en campaña para conquistar de votos para mantener el poder, le ofrece hasta la dicha eterna.
Analicemos cómo votaron los congresistas del Huila y la perversidad de los uribestas. Salieron y regresaron para completar el quórum. Es como votar sí. Es lo propio de ese engendro.
Los responsables del atraco tributario de ayer, son: el gobierno y el congreso. Los mismos que en vez de controlar y derrotar la dramática corrupción que saquea, a diario, los impuestos que pagamos, prefirieron sacudir el bolsillo de los más pobres, a base de IVA. La sacudida del bolsillo de los pobres, le significa al Estado (3% más de IVA), recaudar más de $10 billones anuales, adicionales a lo que ya recaudaba por IVA. Equivalente al 25% del presupuesto 2017 y al 50% del recaudo DIAN.
Con un congreso ebrio de mermelada, lo puedo lograr. Son billones, que pagan los consumidores, no las empresas. De esos consumidores, más del 70% son pobres que ganan menos de dos salarios mínimos y entre ellos el 52% menos de un salario mínimo.
La informalidad es superior al 62%. Lo del DANE, no es sustentable (CEPAL). Todos pagamos IVA. El que se toma una gaseosa, se fuma un cigarrillo, llama por teléfono, etc.
Ese 52% que gana menos del salario mínimo, paga anualmente al estado, en promedio, un salario mínimo por IVA.
A los ricos y a las empresas, con la reforma del 2012, les redujo la supuesta tasa de renta, dizque al 34%, que nunca es real. La tasa del impuesto de renta de empresas y sector financiero, no supera el 14% (hay investigaciones que lo demuestran). A esa tasa o menos se reduce la tributación real, por obra y gracia de las deducciones y exenciones. Además, no hay control de la elución. Por estas prebendas, el fisco deja de recaudar más de $60 billones anuales. Además, con las reformas de 2012 y 2014, les redujo los costos en más del 8%, por reducción de la parafiscalidad.
Así se traduce la conciencia de equidad socioeconómica, del poder de las élites.
No toca el sector financiero con más impuesto. Las remesas, por utilidades de las multinacionales que operan en Colombia, giradas a sus matrices, son superiores a la inversión extranjera directa IED. Es el sofisma de la inversión extrajera y el torpedo de la seguridad inversionista, conque entregan al capital trasnacional, las riquezas y la soberanía nacional. ISAGEN, BETANIA EL QUIMBO, TELECOM y más de 500 empresas públicas o mixtas, entregadas a los privados, por irrisorias sumas, desde la apertura de Gaviria.
No se puede esperar nada distinto. La economía nacional, está manejada por incondicionales defensores del modelo neoliberal, cuyos postulados fueron impuesto por el Consenso de Washington y son tutelados rigurosamente por el Banco Mundial y FMI.
El país, desde siempre ha sido gobernado con el cálculo mezquino de las élites y la mediocridad requerida para ocupar posiciones de poder y mando.
Para el Diario La Nación 31-12-2.016