La Nación
Dignificar el oficio de los caficultores 1 24 abril, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Dignificar el oficio de los caficultores

Yefer Vega

El café ha sido el producto insignia del Huila. Gracias a la labor de campesinos, agricultores, cafeteros y dirigentes que forman parte de la cadena de valor, el departamento se ha posicionado como el mayor productor del grano en Colombia y su café es un gran competidor a nivel internacional. Según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros lo cultivan 35 municipios del departamento, 83.000 familias campesinas, en 146. 000 hectáreas, con café arábico de las variedades Castillo, Colombia, Caturra, Típica, Borbón y Tabi. Huila es el primer productor de café en Colombia, tuvo una producción en el 2020 de 2.553.000 sacos de 60 Kilogramos de café que equivale al 18,56 % de la producción total de Colombia. El 53% de las exportaciones del departamento son de café y el 74% de la población rural se dedica a la caficultura.

El éxito logrado en la última década ha sido fruto de una labor mancomunada entre cultivadores, productores y el Comité de Cafeteros del Huila que ha jugado un papel muy importante a nivel departamental, nacional e internacional. Este ha brindado tecnificación para el sector y ayudas para los cultivos. En el Huila se cuenta con una mano de obra muy valiosa, es fundamental dignificar el oficio de los caficultores que, en muchos casos, son quienes recogen sus propias cosechas. Hace 20 años el Huila era un departamento con poblaciones rurales en más del 50% del territorio, abundante mano de obra, mucha pobreza y con tierra desvalorizada; la gente no adquiría pequeñas parcelas por el conflicto armado que retrasó el progreso del sector. Actualmente, la tierra se ha valorizado y las condiciones cambiaron, el mapa cafetero del país se reconfiguró. El Huila es el departamento con mayor área cultivada de café en el país y tiene un papel clave en la balanza de las exportaciones nacionales.

Sin embargo, el sector no ha sido ajeno a las afectaciones climáticas. Los constantes cambios en el clima, las fuertes heladas y así como las sequias a nivel mundial, han perjudicado la producción en otros países; los caficultores colombianos mantienen la esperanza de que sus cultivos no corran riesgos por las condiciones adversas del clima. Hay un deseo general, de llegar a ser más competitivos y tener garantías para disminuir los costos de la producción a través de las innovaciones tecnológicas; el escenario ideal sería contar con ciudades, departamentos y un país con tecnología inteligente de vanguardia aplicada a producción cafetera.

Precisamente, en una reciente transmisión en vivo con Ruber Bustos, Coordinador del Comité de Cafeteros de Garzón y caficultor de cuarta generación, manifestó su orgullo y su honor por dedicarse a esta noble profesión y por representar en la vocería a los cafeteros del Huila. Su oficio se ha transmitido de generación en generación, a ello se dedicó su bisabuelo cuando llegó a Zuluaga, luego su abuelo, su padre, y actualmente, él y su familia derivan su sustento de esta maravillosa actividad y aspira a que uno de sus hijos tome en un futuro, las riendas de su finca y empresa en la Vereda La Pita.

En su experiencia se deben generar incentivos para superar las dificultades de los productores que en la mayoría de los casos viven de sus parcelas, así como para los nuevos emprendimientos, a través de la asesoría técnica y de instrumentos de apoyo. El servicio de extensión del Comité de Cafeteros y de las cooperativas pueden brindar preparación a quien lo solicita en la parte técnica. En su caso personal, hace 10 años era un cafetero del montón, pero un día acudió al Comité, se afilió a la Cooperativa Coopcentral, y recibió muchas herramientas para ser exitoso. Lo prepararon como líder y cafetero ejemplar, lo cual se ha irradiado a todos los ámbitos su vida personal y profesional. “Productividad y calidad es lo fundamental hoy en día…Esperaría que todos los cafeteros tuvieran herramientas y facilidades para acceder a créditos, a través de entidades como las cooperativas o el Banco Agrario, con el fin de mejorar la competitividad y tener liquidez para comprar insumos, fertilizantes y tecnología”. Ruber es la demostración de que, aunque no es fácil el camino, sí es posible pasar la batuta a los descendientes, y que la digna profesión de caficultor representa un legado para el departamento y para las familias cafeteras.

Los caficultores han entendido la importancia que tiene el café del Huila y de Colombia para el mundo. Al respecto, un reconocido líder gremial del departamento, Jorge Montenegro García, director ejecutivo del Comité Departamental de Cafeteros del Huila, nos ilustró en el mismo evento, sobre cómo la caficultura huilense es un referente a nivel nacional e internacional, no sólo por la producción sino por la calidad de su café: “En Huila se transpira café, esta actividad vista desde la institucionalidad genera una dinámica donde el bienestar y el desarrollo de la sociedad está enmarcado en una política económica que permite el crecimiento de la persona, de las comunidades y de la región”. Comparto su visión de que el ADN del Huila es el café, genera divisas, construye tejido social y gobernanza. Una pequeña parte de la producción es para consumo interno y todo lo demás es para exportación, el 97% del café exportado es gracias a su magnífica calidad y precio competitivos, características que mantienen la sostenibilidad de la caficultura del departamento y su desarrollo económico y social.

La Federación Nacional de Cafeteros y el Comité Departamental a través de la Gerencia Técnica y de Cenicafé desarrollan un programa llamado “Más agronomía, más productividad”, para promover mediante el Servicio de Extensión, las mejores prácticas agronómicas para cada cultivo de café. Todo el trabajo está enmarcado dentro de la estrategia de valor de la Federación, se busca la sostenibilidad basada en cuatro ejes fundamentales: económico, social, ambiental y gobernanza. “En lo económico para contribuir a la rentabilidad del caficultor; en lo social, para apoyar el desarrollo social de las familias y las comunidades; en lo ambiental, para fomentar el cuidado de los recursos naturales y la adaptación de la caficultura  a las variables climáticas, y finalmente, en lo relacionado con la gobernanza para fortalecer la unidad gremial como soporte de la institucionalidad cafetera”.

Respecto a la prospectiva de la caficultura huilense algo muy relevante, y en lo que estoy de acuerdo con el director del Comité Departamental, es que está proyectada para contribuir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y con las metas del Conpes, con el fin de lograr la prosperidad de las personas; el cuidado del planeta; la vida en paz y tranquilidad y la generación de actividades desde lo económico y lo investigativo. Todo enmarcado dentro del Plan Nacional de Desarrollo, el Plan “Huila Crece” y la estrategia de valor de la Federación Nacional de Cafeteros.

Es prioritario que el Gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros promuevan la renovación de los cafetales con variedades más resistentes para aumentar la productividad. Una mayor tecnificación y densidad por hectárea permitirán mejorar los ingresos de miles de caficultores y la rentabilidad del cultivo del café.  Y aunque en la actualidad, nuestros cafeteros atraviesan por un buen momento debido a los buenos precios internacionales del grano, ojalá, en un futuro cercano, haya más recursos para invertir en la renovación de los cafetales, en tecnología y en programas que garanticen una mayor competitividad del sector cafetero. Como lo dijo el mismo Ruber Bustos, si el Fondo Nacional del Café dejara de asumir los 63.000 millones anuales de los 800 pensionados de la Flota Mercante Grancolombiana que fue propiedad de la Federación, serían muchas las inversiones que con estos recursos podrían hacerse en beneficio de la caficultura colombiana. ¿cómo el Gobierno podrá apoyar a los cafeteros para dar solución a esta problemática? Aquí propongo esta discusión.