La Nación
Diplomacia guerrerista (II) 1 29 marzo, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Diplomacia guerrerista (II)

 Carlos Eduardo Amézquita

Cuando la Guerra militar no produce triunfadores, ni victoriosos, entonces se sigue con la guerra diplomática, judicial, y parlamentaria, pues estamos en ese momento en Colombia.

Históricamente   las naciones han hecho uso de la Diplomacia: presentando títulos, diplomas, condecoraciones, aplicando espionaje y sutiles engaños, para dirimir sus conflictos.

La Diplomacia “tiene como objetivo representar y velar por los intereses de un Estado y de su nación en relación a otro Estado u organismo internacional” (Wikipedia).

Por ejemplo: Célebre la astuta tarea cumplida por Noé ante los Sumerios, para prevenirlos y persuadirlos sobre el Diluvio Universal (nadie le creyó); Dalila lo intentó con Sansón (le creyó a medias); la deslumbrante Betsabé hizo lo propio ante David (quien le dio crédito totalmente); la del profeta Daniel quien fuera ascendido a Sacerdote por el Rey Darío después de domar sus  hambrientos leones; la hermosa Rut (ella se sacrifica casándose con Booz un hombre rico del que tiene un hijo llamado Obed, abuelo de David, y ancestro de Jesús); ah! y la preciosa Ester (su va­lentía, inteligencia y encanto personal hicieron que varias guerras contra el pueblo judío se detuvieran  en tiempos de Nabucodonosor); y tantas otras mujeres del Antiguo Testamento, Cleopatra, la Reina de Saba, etc.

Por estos días el Senador Iván Cepeda insiste ante Naciones Unidas para que se verifique diplomáticamente la instalación de bases militares en nuestro Territorio y se denuncien los respaldos que Trump viene dando a políticos en la contienda pre/electoral que comienza.

Colofón:  Aunque lamentable la temprana desaparición de Sean Connery (q.e.p.d.) (el mismo James Bond – un agente Británico de la 1ª. Guerra Fría), es muy probable que con su capacidad diplomática nos hubiese desenredado este lio.