Desde el balcón de su apartamento, cayó al vacío la profesora Angélica Ramírez Vásquez, quedando malherida. Bomberos llegaron al condominio para socorrerla, ya que su cuerpo había quedado incrustado sobre unas rejas. Lamentablemente la mujer falleció cuando era trasladada al centro asistencial.
Muchas preguntas sin respuesta se plantean los familiares y conocidos, acerca del lamentable deceso de la docente Angélica Ramírez Vásquez, en la comuna Nueve de la capital opita.
Tan solo en la tarde del lunes, la profesora estuvo jugando con sus nietos, pasó un rato muy agradable en compañía de su familia y recibió la visita de dos de sus amigas. Cuando llegó la noche, como era habitual, se despidió para irse a descansar. La mujer vivía con su esposo en el quinto piso, de la torre Cinco del condominio Amaranto Club House en el norte de Neiva.
En la mañana del martes, caían los primeros rayos del sol, cuando un inesperado suceso dejó atónitos a los vecinos. Primero fue un desgarrador grito y luego un fuerte golpe. Al salir los residentes de sus apartamentos, vieron que Angélica Ramírez Vásquez, estaba tirada en el primer piso sobre unas rejas que separaban el jardín con el paso peatonal.
En medio de la emergencia registrada sobre las 6:00 de la mañana de ayer, fueron avisadas las unidades de socorro, que llegaron al sitio a prestarle los primeros auxilios a la femenina. Es importante mencionar, que fue necesario que el Cuerpo de Bomberos Oficiales de Neiva, utilizara una pulidora para cortar el metal, que había quedado ensartado en la pierna de la afectada.
Con la esperanza de que los médicos le pudieran salvar la vida, la mujer de 62 años fue subida en una ambulancia y trasladada al Hospital Universitario Hernando Moncaleano Perdomo. Durante el camino, los paramédicos hicieron múltiples maniobras para mantener su pulso, sin embargo, su corazón comenzó a fallar.
Cuando la paciente fue arribada a la unidad de urgencias, los galenos evidenciaron que llegó sin signos vitales, sus pupilas estaban plenas y su mirada ‘perdida’ en la oscuridad. No quedaba más por hacer, por lo que las autoridades debían iniciar su trabajo con el fin de esclarecer lo ocurrido.
Sus seres queridos, en especial su hija, estaban desconcertados, sumidos entre el llanto y los gritos en busca de una explicación. Entre las hipótesis se averigua, si este caso pudo tratarse de un hecho de autoeliminación. Los peritos iniciaron con la recolección de pruebas y evidencias de las cámaras de seguridad para establecer el modo y las circunstancias en que la reconocida maestra expiró.
Es de precisar que ella gozaba de una merecida pensión, por sus años de servicio a la educación. La hoy occisa quien era originaria de Suárez, Tolima, fue adoptada por la capital del Huila, trabajando en sus últimos años de vida en la Institución Educativa Claretiano Gustavo Torres Parra, en el área de castellano, de las cuales varias generaciones la recuerdan con cariño.