La Nación
Doña Teresa y el día que perdió toda su venta 1 25 abril, 2024
NEIVA

Doña Teresa y el día que perdió toda su venta

Muchas personas trabajan en Mercaneiva, son abundantes las historias, pero encontrarse con Teresa Díaz Javela es hallar un ejemplo de berraquera, valentía y aguante. Una mujer digna de admiración.

 

Carolina Argüello Cruz

comunidad@lanacion.com.co

 

Las canas, las arrugas en su rostro, su voz quebrantada y el paso lento son las características con que se identifica a Teresa Díaz Javela en Mercaneiva.

Una mujer que a pesar de los años no ha dejado de ser activa, trabajadora y fuerte. Recuerda con orgullo que desde muy joven se ha dedicado a vender frutas, inició cuando la galería estaba ubicada cerca del cementerio central y luego se trasladó a Mercaneiva, donde a pesar de las dificultades allí tiene un lugar.

La papaya, el mango, la guayaba, la curuba, el melón, la piña, el banano, la mora, la naranja y la mandarina adornan su ‘puestico’ en la plaza de mercado, la misma que espera el apoyo de todos los neivanos y más, en este tiempo de crisis.

Teresa todos los días, desde hace 22 años que se mudó a Mercaneiva llega a las 4:30 a.m. para abastecerse de los productos que va a comercializar durante su jornada que termina a la 1:00 p.m.

Algunas veces vende todo, otras un poquito y en ocasiones debe vender más barato, sin obtener ganancias, para que la fruta no se pudra.

“A veces se pone bueno, otras veces malo, sin embargo, tengo que decirle que por estos días ha estado muy pesado”.

La vida no ha sido fácil y a pesar de su edad con la atención que brinda a su clientela demuestra su fortaleza, su berraquera y su poderosas ganas de seguir adelante.

Vive con una hija y un niño en el barrio Los Alpes de la comuna 8 de Neiva y debe transportarse en colectivo para llegar al lugar que se ha convertido durante tanto tiempo en su segundo hogar, la plaza es su vida y de ahí no se quiere mover a pesar de las restricciones a las que estamos sometidos por el coronavirus.

“Aquí le damos muy buena atención a los clientes, además, siempre buscamos ofrecer frutas frescas y de la mejor calidad”.

Y es que los colores que adornan la plaza de mercado son inigualables, es un lugar donde en cada ‘puesto’ lo reciben con los brazos abiertos ofreciendo siempre mayor calidad a un menor precio. Además, es una de las mejores formas de promover la economía regional generándole empleo a cientos de personas que viven del ejercicio diario que se desarrolla en este lugar.

Para Teresa uno de los mayores golpes que le ha dado esta labor ha sido la crisis sanitaria que vive el mundo por cuenta de la pandemia.

“Yo nunca he faltado a este lugar y ahora tener que dejar de venir son pérdidas para nosotros. No puedo olvidar el daño que nos hizo el Alcalde el fin de semana pasado”.

Es de recordar que el pasado viernes 31 de julio el mandatario de los neivanos anunció cerca de las 7:00 p.m. un toque de queda obligatorio durante los fines de semana de agosto.

“Al día siguiente perdimos todos los productos con que nos habíamos abastecido para vender ese sábado. Perdimos toda la venta porque ya volvimos hasta el lunes. Toda la naranja y la maracuyá se dañaron”.

Teresa asegura que ese día perdió cerca de $800.000, dinero que solo a ella le duele porque conoce y ha vivido en carne propia lo difícil que es conseguirlos en una plaza olvidada por los Gobiernos de turnos que prefieren invertir en otros sitios y dejarlos a ellos año tras año en el anonimato.