El profesor Félix Ramiro Losada escribió para el Diario del Huila un artículo bajo el título “El nacimiento de José Eustasio Rivera”, con el propósito de defender la tesis del nacimiento del escritor y poeta en la casa que hoy ocupa el DAS en Neiva. Aunque profeso una alta estima y admiración por la labor investigativa que adelanta el profesor Losada, debo confesar que no encontré una prueba fehaciente sobre cuanto él pretendía demostrar. Sus argumentos son los conocidos de marras. La investigación realizada por el escritor chileno Eduardo Neale Silva en los años 50 del siglo pasado cuando escribió la biografía más conocida y completa de nuestro narrador, las afirmaciones de su primo David Rivera, intentando desvirtuar la idea de su nacimiento en San Mateo y finalmente la placa recordatoria del nacimiento en la casa que hoy ocupa el DAS en la Calle 8 con Carrera 7A, esquina, que fue puesta en una ceremonia oficial el año de 1955.
La otra versión es la de las más antiguas y tradicionales familias de Rivera, a quienes sus abuelos y bisabuelos contaron que “el niño Tachito” (nombre dado a José Eustasio Rivera) había nacido en San Mateo, porque doña Catalina (la madre del escritor) enfermó de improviso y don Eustasio (su esposo) no tuvo tiempo de llevarla a Neiva, siendo atendida en el parto por una comadrona, el 19 de febrero de 1888, pero como allí no había parroquia, sus padres lo llevaron días después hasta Neiva, para su bautizo, como era costumbre en esa época, evitando así que al morir el niño sin este sagrado sacramento, se fuera al limbo y no al cielo. Personalmente escuché esta versión de labios de don Milciades Pastrana, un patriarca del poblado, hermano del ex presidente Misael Pastrana Borrero, que también fue recogida por el escritor Isaías Peña Gutiérrez para su biografía de nuestro bardo. Otros líderes conservadores, como don Tin Vega, infortunadamente hoy ya desaparecidos, amigos y copartidarios de la familia, confirmaban estos hechos y explicaban que como en ese momento San Mateo era un corregimiento de Neiva y los Rivera Salas eran una familia aristocrática, con parientes generales, ex gobernadores, ministros y congresistas, les había parecido mejor decir que el más ilustre miembro de la estirpe, había nacido en Neiva. Sin embargo, algunos familiares como su hermana Margarita Rivera, defendían la versión de su nacimiento en San Mateo, tal como nos lo cuenta en un correo Adriana Astrid Perdomo Gutiérrez, divulgado el mismo día del artículo comentado.
Fue precisamente esa acendrada tradición oral la que permitió que al crearse el municipio mediante la ordenanza 04 del 17 de mayo de 1943, cambiara su nombre de San Mateo por Rivera. Quienes conocen el municipio y han leído los sonetos de “Tierra de Promisión” encontrarán en este breve poemario los colores, la sinfonía musical, los olores y los movimientos de esta bella tierra, hoy definida como el municipio verde de Colombia.
