La Nación
¿Dónde vive el Ministro de Defensa? 1 19 abril, 2024
COLUMNISTAS

¿Dónde vive el Ministro de Defensa?

Cecilia López Montaño

Si algo grave está sucediendo en este país, es el asesinato permanente de líderes sociales involucrados en la defensa de la tierra y de los derechos humanos de la población aun afectada por los viejos y nuevos agresores, que se creen dueños del país. No hay semana que un hombre o una mujer, no sea una víctima en un país que está empezando el período de posconflicto. Nadie puede negar esta dolorosa y vergonzosa realidad, de una sociedad, donde ciertos sectores se nieguen a “aflojar la tierra”, como dice Darío Fajardo, o a perder alguno de sus privilegios. Por ello ha resultado absolutamente incomprensible la reacción del Ministro de Defensa frente a estos crímenes.

Pero desafortunadamente, esta absurda reacción de Mindefensa tiene otra faceta tan grave como la anterior. Afirma sin sonrojarse, que estos asesinatos obedecen a líos de faldas, prueba que entre más importante sea el hombre de esta sociedad patriarcal, más arcaicos y machistas son sus valores. Sus palabras, en las cuales presenta a la mujer como fuente de pecado y como originaria de violencia, se deben interpretar como una forma de minimizar lo innegable pero además de rebajar a las mujeres de este país. Y no lo afirmó cualquier hombre, sino el señor Ministro de la Defensa de Colombia.

Realmente las colombianas estamos hartas de que este país, lleno de mujeres inteligentes y con frecuencia más valiosas que muchos de los hombres que ostentan grandes dosis de poder, se nieguen a entrar al Siglo XXI a cambiar sus ideas, especialmente en temas de igualdad de género. Que tanto mas tenemos que demuestras las mujeres de Colombia, que nos estamos educando más y de manera más exitosas que los hombres; que durante el conflicto fueron las mujeres las verdaderas protagonistas, porque además de sufrir especialmente las mujeres rurales, las peores atrocidades posibles, defendieron lo que les quedaba de su familia; se reincorporaron a la vida desconocida para ellas en las ciudades muchas de las desplazadas, y finalmente hoy le están contando al país lo que fue ese larguísimo conflicto mientras los hombres callan.

Es inadmisible que Min defensa no entienda a este país con semejante tema que debe manejar. Es realmente vergonzoso que precisamente él minimice el asesinato de líderes, recurriendo a falsos argumentos que además reflejan su incapacidad de conocer que pasa realmente en esta sociedad. Ahora sí, las mujeres caímos en la desesperanza: tenemos a un viejo representante de lo que queremos borrar, nada menos que en el gabinete de la Presidencia. Que dolor.

La esperanza por la reacción aún tímida, pero reacción de todas formas, a este simplismo machista de este ministro, es que se ha demostrado que este tipo de afirmaciones no caen bien aun en una sociedad patriarcal como la nuestra. Lo único que falta es que los hombres se nieguen a darles a las mujeres la mano, para evitar lo que muchas tradiciones arcaicas suponen, contaminarse. Esto sí sería lo último. Por ello es que adoptar el  “los y las”, no resuelve los problemas de fondo de este país que se niega a aceptar el valor de sus mujeres y sobre todo, sus derechos a ser tratadas por lo menos igual si no mejor, que los hombres.